1.- Y HABIENDO PARTIDO DEL DESIERTO DE SIN TODA LA CONGREGACIÓN DE LOS HIJOS DE ISRAEL, HACIENDO SUS JORNADAS SEGÚN MANDABA EL SEÑOR DIOS, ACAMPARON EN REFIDIM; Y NO HABÍA AGUA PARA QUE EL PUEBLO BEBIESE.-

El desierto de Sin, es el punto de no regreso.
Es el momento en que se ha tomado la determinación de seguir el nuevo ideal que se persiguiera desde el principio.

Ahora se ha abandonado las inclinaciones mundanas y se ha tomado la determinación de alcanzar la tierra prometida. De manera que rebasada esta etapa de la conducta del hombre vemos que los seguidores de la idea de Dios siguen en busca de su ideal.

El próximo paso en este trance del espíritu hacia nuevas alturas se alcanza en el nivel que conocemos como Refidim.

Este Refidim simboliza la ausencia de nuevos conceptos y la posibilidad de alcanzar sus aspiraciones espirituales.

Al decir que no había agua para beber nos da a entender que se necesitaban nuevos elementos de conciencia a la vez que la necesidad de eliminar las impurezas y los errores del pasado, ya que las aguas marca no sólo los conceptos nuevos, sino que representan a la vez la purificación de las viejas normas.

2.- POR LO CUAL EL PUEBLO ALTERCÓ CON MOISÉS DICIENDO: ¡DANOS AGUA QUE BEBER! Y LES DIJO MOISÉS: ¿POR QUÉ ALTERCÁIS CONMIGO? ¿POR QUÉ TENTÁIS AL SEÑOR DIOS?

La función de la reforma es servir de intermediario entre Dios y el hombre para alcanzar los nuevos niveles de la conciencia.

Cada vez que el hombre rectifica su vieja manera de andar, siempre existe el peligro de volver atrás. Por esto se manifiesta la queja al no hallar respuestas a las incógnitas que se le presentan, simbolizados aquí por la falta de agua para beber.

Es necesario que el hombre comprenda que para entrar en los nuevos niveles del espíritu hay que estar consciente de que la nueva forma de conducta debe provenir de parte de Dios en forma tal que se pueda recurrir a la fe directamente y no pensando que la solución vaya a venir del hombre.

Por eso Moisés hace la aclaración de que no es a él a quien hay que pedirle cuentas con relación a las necesidades que puedan existir, sino que se debe estar consciente de que es al máximo sentimiento de perfección al que hay que recurrir en busca de las soluciones.

El intentar hallar las respuestas en el hombre es como dice aquí, tentar a Dios, ya que se elimina así el principio fundamental que desde el primer momento se trata de establecer de manera que no se pierda de vista esta base o fundamento de las cosas.

Constantemente se está diciendo en la Biblia que el hombre debe tener la certeza de que es Dios el que sacó al pueblo de Israel de la tierra de Egipto de casa de servidumbre y que esto simboliza el único modo de hallar respuestas que para abandonar las cosas materiales o mundanas de la carne, la única fuente es Dios.

Y veremos en los diez mandamientos que el primero de los mismos es precisamente la confirmación de esto.

3.- ALLÍ PUES EL PUEBLO PADECIÓ SED POR FALTA DE AGUA, Y MURMURÓ EL PUEBLO CONTRA MOISÉS Y DECÍA: ¿POR QUÉ NOS HABÉIS HECHO SUBIR DE EGIPTO PARA MATARNOS DE SED, A NOSOTROS Y A NUESTROS HIJOS, Y A NUESTRO GANADO?-

Este punto va a tener suma importancia en todo el relato bíblico por los acontecimientos que van a tener lugar aquí que es donde se halla la peña de Horeb que veremos a continuación.

Esta altura espiritual es propensa al fallo de las aspiraciones del hombre en su intento de escalar las nuevas alturas del espíritu. \

El padecimiento de la sed es característico del que comienza a buscar por los caminos de Dios.

Una vez iniciada la marcha y tomada la determinación de abandonar la vieja forma de vida y dejar atrás las satisfacciones temporales de la vida mundana, se comienza a experimentar una ausencia de gratificaciones en los nuevos caminos. Esto lo veremos representado en la sed que ahora vemos se manifiesta en los hijos de Israel al llegar a este nivel.

Los remordimientos y los temores de haber hecho una selección acertada se presenta con gran fuerza, cuando no se siente una calma para la sed espiritual que se experimenta, ya que las cosas mundanas se ha dejado atrás al abandonar a Egipto en el término simbólico.

Vemos la queja del pueblo de Israel hacia Moisés y ello nos representa simbólicamente la actitud general del hombre que ha tomado un nuevo camino en su vida motivado por unos conceptos reformistas que lo establecen de una forma nueva de ver las cosas.

El hombre teme entonces haber perdido todo cuanto recibía de su vieja manera de vivir, que en este caso es la constante mención de los beneficios que se obtenía de Egipto sin detenerse a pensar el precio que se pagaba por la obtención de esos supuestos bienes.

4.- ENTONCES CLAMÓ MOISÉS AL SEÑOR DIOS DICIENDO: ¿QUÉ HE DE HACER CON ESTE PUEBLO? FALTA POCO YA PARA QUE ME APEDREE.-

Clamor es la manifestación del deseo de de cambio de una circunstancia por falta de conocimientos.

En este caso la reforma no tiene los elementos necesarios para satisfacer las necesidades del momento y hace votos porque se produzca un cambio por medio del ideal de perfección.

Siempre decimos que el ideal de perfección es la representación de Dios, de manera que se establezca claramente la idea de Dios no como una figura de naturaleza física, sino como un elemento abstracto e invisible así como imperceptible con nuestros sentidos, de manera que no se establezca una forma concreta y se pierda la visión de infinito que hace que veamos cualquier cosa como si fuera Dios, y se consideran los términos del bien y del mal como dentro y fuera del mismo.

Moisés representa la reforma del hombre en estos niveles, pero como una manifestación del ideal supremo de perfección que establece todos los principios y fundamentos para alcanzar ese estado que proviene de ello.

Si establecemos que todo proviene de ese ideal supremo de perfección tendremos al menos la certeza de que todo cuanto ocurre es perfecto y como tal no hay pérdida de la fe.

Pero esto no está impreso en el espíritu del hombre. Por esta causa, todos los hechos van a ir formando esa certeza en las aspiraciones del hombre, de manera que alcance la tierra prometida que es el estado de fe absoluta que va a brindarle al hombre el reposo que vimos anunciado con anterioridad y que veremos formar parte también de los diez mandamientos ya que en ellos van a estar encerrados todos los principios fundamentales de primero orden para el hombre.

La costumbre de apedrear por motivo de una queja simboliza el estado del hombre de manifestar su falta de comprensión de las cosas y la piedra representa los obstáculos que se presentan para impedir alcanzar un estado.

De esta forma, al lanzar las piedras está colocando las dudas que se tiene sobre una cuestión de manera que se manifieste el resultado que ha de sobrevivir de esta confrontación.

Vimos en todas las circunstancias de duda y contienda anteriores el levantar un monumento de piedra y cuando se establecía un lindero o fronteras para separar una forma de conducta de otra también se levantaba un montón de piedras.

Así mismo vimos que la formación del altar esta establecido con un grupo de piedras sobre las cuales se hacen los sacrificios y holocaustos.

Esto nos indica que la piedra es un elemento de establecimiento de bases, ya que su dureza hace de ello un símbolo de poder y fortaleza.

Posteriormente veremos que la batalla de David y Goliat, se gana por medio de una piedra que golpea la frente del gigante simbolizando las bases del pueblo de Israel representado por David en ese momento, matando la fuerza de los principios de la carne simbolizado por Goliat.

Ahora Moisés señala que el pueblo está listo para apedrearle. Esto simboliza el temor de recibir la confrontación de los temores y dudas del pueblo, así como sus elementos de batalla que son los conceptos sólidos que el hombre esgrime para defenderse de lo que amenaza su seguridad que en este caso son las piedras, que Moisés teme le vayan a arrojar.

Esta es una confrontación de los elementos ideales con el sentimiento de perfección que lo produjo.

Es una forma de revisión de la solidez de los principios que la reforma va a presentar al hombre.

Cada vez que Moisés clama a Dios, es una forma de manifestar la inseguridad del hombre con relación a su misión que necesita de la introducción de nuevos elementos de fe para continuar su buena marcha reformadora.

5.- Y DIJO EL SEÑOR DIOS A MOISÉS: PASA DELANTE DEL PUEBLO Y TOMA CONTIGO DE LOS ANCIANOS DE ISRAEL; Y LA VARA CON QUE HERISTE EL RÍO LA TOMARÁS EN TU MANO Y ANDA.-

Estos son los nuevos conceptos que deberán formar parte de la reforma para solucionar esta circunstancia.

La reforma debe estar más cercana a alcanzar los propósitos del ideal de perfección que se anuncia.

Deberá llevar en su formación elementos de lo tradicional. Los ancianos de Israel representan esta tradición, son el legado de las viejas costumbres entre las cuales se encuentran los logros y fracasos del pasado que forman la característica de una época ya experimentada.

Al mismo tiempo, la vara con que se hirió el río representa la ley que condena las actitudes rebeldes del hombre, ya que la ley es, al igual que la vara del pastor, el elemento que sirve para hacer que el rebaño entre por donde el pastor le conduce.

Con esta ley, unida a su ejemplo de actuación, junto con los elementos anteriormente expresados, la reforma va a hacerle frente a la situación de inconformidad que vimos con anterioridad por parte del pueblo necesitado de las aguas conceptuales para subsistir en el desierto de las nuevas condiciones espirituales que se le presentan a la salida de la tierra de Egipto, símbolo de la servidumbre a la carne.

6.- HE AQUÍ QUE YO ESTARÉ ENFRENTE DE TI, ALLÍ, SOBRE LA PEÑA EN HOREB; Y HERIRÁS LA PEÑA Y SALDRÁN DE ELLA AGUAS PARA QUE BEBA EL PUEBLO. Y MOISÉS LO HIZO ASÍ A LOS OJOS DE LOS ANCIANOS DE ISRAEL.-

En esta peña de Horeb es donde se va a hacer manifiesta la presencia de Dios como una necesidad del hombre para salir de los momentos de mayor dificultad, donde el mismo necesita los conceptos provenientes del ideal de perfección Prat calmar la sed de conocimientos que aquí vemos simbolizada.

Se hace el anuncio que estará presente el ideal de perfección en esos momentos y se establece el hecho que la reforma debe seguir las indicaciones del ideal de perfección aclarando que es Dios el que va a otorgar las aguas doctrinales que el pueblo necesita.

Y Moisés hirió la peña a los ojos de los hijos de Israel y los nuevos conceptos se produjeron y la nueva fe que ellos necesitaban se manifestó en presencia de los buscadores de la palabra de Dios.

La reforma no estableció claramente que fue Dios el que había otorgado esas aguas.

La actuación de Moisés en su verdadera extensión la vemos en el libro de Números 20:10-13.

Allí veremos que Moisés ejecuto la facultad que Dios le otorgara sin aclarar que el poder de aquella acción provenía de Dios y no del hombre, pero esto lo veremos cuando lleguemos a esos pasajes si Dios así lo permite.

Sólo queremos señalar que la razón por la cual Moisés no alcanzó a entrar en la tierra prometida fue por esto, ya que el principio de toda la Biblia (volvemos a aclararlo) es establecer que todos los cambios y poderes que el hombre pueda concebir provienen de Dios y el principio de la fe es precisamente la comprensión de este hecho.

7.- Y SE DIO A AQUEL LUGAR EL NOMBRE DE MASA, Y DE MERIDA, POR CAUSA DE LA ALTERCACIÓN DE LOS HIJOS DE ISRAEL Y POR HABER ENTRE ELLOS TENTADO AL SEÑOR DIOS DICIENDO: ¿ESTA EL SEÑOR DIOS EN MEDIO DE NOSOTROS O NO?

Masa significa tentación, como dando a entender que actitud era una tentación de los poderes de Dios ya que se dudó de la capacidad de solución de todos los impedimentos que pudieran presentarse en el camino que se había emprendido por su nombre.

Meriba significa contención, ya que allí se hizo una forma de rebeldía a las indicaciones que se establecían como requisito de conducta por parte de la reforma.

Esto nos da a comprender que la ley no tiene facultad de mostrar al hombre la entrada a la tierra prometida ya que en ella está categóricamente establecido que es la promesa de Dios la que provee la llave de entrada al reino por medio de la fe que es una forma de manifestar que la conducta del hombre no es la que produce los elementos necesarios para alcanzar ese estado.

Si analizamos detenidamente este hecho, veremos la evidencia de que la profecía de que no es la ley, sino la gracia, la que abre las puertas de Jerusalén se cumple a cabalidad.

Por mucho que el hombre se esfuerce en codificar una actitud que le sirva de referencia para alcanzar el estado de perfección que se necesita para dar paso al grado mesiánico que se anuncia para toda la humanidad, siempre habrá una forma de rebeldía que hará que se viole dicha ley.

Por eso se aclara que es necesario que prime la fe absoluta en el poder de Dios, de manera que toda actitud del hombre no tenga que ser medida por cómo se ejecute una acción, sino por el por qué se hace la misma; y si ese por qué está dirigido por el deseo de alcanzar la perfección que Dios establece bajo su amparo, la solución no estará juzgada en el cuerpo, que nada es ante esta fe suprema, sino en el alma, que es nuestra razón infinita de existir, si en verdad analizamos esto con los ojos de la fe en estos principios.

Al decir los hijos de Israel: ¿Está el Señor Dios entre nosotros? Se hace manifiesto el hecho de que no se está obrando por medio de la fe, sino por medio de lo tradicional, o sea, por lo ya establecido que significan los ancianos de Israel que Dios le dijo a Moisés que llevara consigo, como una forma de anticipar la conducta del hombre, como lo hizo en el caso de Faraón, que anticipó su obstinación a cumplir sus leyes por lo cual se mostró su poder y gloria.

En este caso la falla de la ley representada por la contención de Moisés en cuanto a mostrar el nombre de Dios como causa general de todos los acontecimientos, ha de servir para liberar al hombre de los reclamos de la ley, al llegar al estado de la gracia, ya que la ley está establecida para los que la incumplen, y el principio establecido por Dios es que antes de la ejecución de Su voluntad, toda ley deja de ser tal.

Porque todos los que son guiados por la fe en todas sus acciones, serán absueltos ante el tribunal de la justicia divina, recibiendo gloria por sus acciones.

Con esto queremos aclarar el hecho de que todo lo que el hombre efectúa movido por la fe absoluta en su ideal de perfección, "sea este cualquiera que fuere" recibirá el premio de la justicia divina ante el concierto supremo de la creación a niveles fuera de nuestro alcance finito.

El devenir constante de la obra de Dios es lo que cuenta verdaderamente en las acciones del hombre

8.- VINO ENTONCES AMALEC Y PELEÓ CONTRA ISRAEL EN REFIDIM.-

Dijimos que Refidim simbolizaba el punto de no regreso del camino emprendido.

Dijimos también que ese es el momento en que el hombre comienza a notar la falta de conceptos para seguir los caminos, simbolizado por la queja por la falta de agua.

Esto se produce cuando se determina abandonar las cosas del mundo y dedicarse a encontrar el camino de las cosas de Dios con el enaltecimiento del espíritu.

Amalec es uno de los hijos de Esaú que como vimos es la actitud indiferente ante las cosas de Dios ya que no se le da importancia al valor de la primogenitura y se cambia por un plato de lentejas.

Aquí vemos la lucha de los que buscan los caminos de Dios y abandonan las ventajas de la vida mundana para encontrarse con la elevación de su espíritu en medio del desierto que esto ocasiona con relación a los bienes materiales.

De manera que en estos pasajes vamos a presenciar la confrontación de las dos conductas que vimos señaladas en los hijos de Isaac, que ocasionó el cambio de la primogenitura hacia Jacob, que era el menor, por medio de la fe, ya que en Esaú se manifestaba el deseo, y en Jacob se hacia presente la fe, por lo que Dios proveyó el ángel que cambiara su nombre a Israel, del cual proceden los seguidores de la fe de Abraham dentro de la conducta racional.

En Abraham vimos la manifestación de la fe nacida del corazón, ya que en él no había conocimiento de la ley, sino un deseo de servir a Dios, manifestado por su obediencia incondicional, ofreciendo a su hijo único, directo de la raíz santa, al manifestar que estaba consciente de que Dios haría brotar hijos de aquellas piedras, lo cual era una alegoría de las aguas que Moisés hizo que brotaran de la peña de Horeb, pero sin santificar al Señor Dios, por que Abraham fue enterrado en la tierra prometida, en espera de los días del Señor, como cuando dijo cuando compró la cueva de Macpela en la tierra prometida.

Ahora tenemos el resultado de las dos conductas en otros niveles del espíritu ya que ahora Amalec representa a Esaú evolucionado a nivel de pueblo por medio de su hijo, y a Jacob evolucionado por medio de sus hijos representado por el pueblo de Israel.

9.- Y MOISÉS DIJO A JOSUÉ: ESCOGE HOMBRE PARA NOSOTROS Y SAL A PELEAR CONTRA AMALEC. MAÑANA YO ESTARÉ EN PIE SOBRE LA CIMA DEL COLLADO CON AL VARA DE DIOS EN MI MANO.-

Josué representa en este nivel la fe absoluta en el ideal de perfección que la reforma está anunciando ha de producirse.

Cuando lleguemos a ese momento veremos como Josué junto con Caleb son los únicos que creyeron que era posible entrar a la tierra prometida con la ayuda de Dios.

El ha de ser posteriormente el encargado de cruzar el Jordán al frente del pueblo de Israel, después de pasar los cuarenta años que veremos se le señala al pueblo.

Pero ya llegaremos a ese punto, si así Dios lo establece, en su momento oportuno. Por ahora continuemos con la interpretación de que

Josué simboliza la fe de entrada al grado espiritual racional.

Ahora vemos como la reforma hace un llamado a la fe de manera que a través de ella se seleccione a los ejemplos de conducta que ha de enfrentarse a la actitud indiferente de Amalec que es el hijo de Esaú en lo que a raíz respecta.

La reforma establece que cuando se presenten las primera luces del conocimiento, señalado aquí como la mañana, sus conceptos renovantes se han de hallar en un nivel más elevado manifestando los estatutos y las leyes que surgieron del ideal de perfección con lo cual habría de manifestar todos los poderes de ese grado.

Esto lo interpretamos de la vara de Moisés y de estar en la cima del collado.

Ahora vemos como Moisés acude al principio de fe que posteriormente estará encargado de llevar a cabo los planes preestablecidos por Dios para el pueblo de Israel.

10.- E HIZO JOSUÉ COMO LE HABÍA DICHO MOISÉS Y PELEÓ CONTRA AMALEC. ENTRE TANTO MOISÉS Y AARÓN Y HUR SUBIERON A LA CIMA DEL COLLADO.-

Los conceptos de fe que en este caso son representados por Josué siempre obedecen a los reclamos del ideal sin entrar en detalles ni averiguaciones.

Vemos aquí como Josué inmediatamente siguió los dictados del ideal de reforma (Moisés)
Esto lo veremos reafirmado en la Biblia constantemente ya que es la fe la que resuelve todas las dificultades.
Podemos ver claramente la diferencia entre las actitudes de todos los integrantes de las escrituras.

Por una parte vemos la actitud dispuesta y decidida a cumplir con su misión sin hacer ningún tipo de pregunta, sino simplemente siguiendo las indicaciones del ideal que caracteriza a Josué y que lo hace el elegido para cruzar el Jordán en el momento oportuno.

Por otra parte vemos la conducta de Moisés y Aarón junto con Hur que respaldan desde su posición la conducta de fe de Josué sirviéndole de soporte en la batalla pero sin tomar parte en ella activamente ya que sólo la fe es capaz de ganar todos los combates y vencer todas las dificultades.

Por eso estos se mantuvieron en el alto en el collado desde donde daban soporte a la fe que Josué representaba, como dando a entender que el hombre necesita las dos condiciones para vencer en todos sus combates. Por una parte la fe inquebrantable de Josué en este caso, así como el conocimiento de los elementos reformistas que han de cambiar la actitud del hombre, dándole una nueva forma de ver las cosas más elevadas ya que se hallan en la cima del collado.

11.- Y ACONTECIÓ QUE MIENTRAS MOISÉS TENÍA ALZADA LA MANO, VENCÍA ISRAEL; MAS SIEMPRE QUE BAJABA LA MANO VENCÍA AMALEC.-

Esta en una clara imagen simbólica ya que hemos visto como la mano de Moisés representa su actitud o forma de expresión cuando analizábamos su conducta frente a Faraón.

Alzar la mano significa tener una actitud más elevada, cercana a Dios, representado en lo alto.'

Vemos que mientras Moisés mantenía una actitud elevada, de un nivel más alto, el pueblo de Israel, o sea, la conducta de búsqueda de las cosas de Dios, se manifestaban con más poder que la conducta de indiferencia del hijo de Esaú.

Lo contrario pasaba cuando el pueblo de Israel recibía una ejemplarización más baja de lo que supuestamente los arquetipos de ese momento le brindaban.

Decimos los arquetipos de ese momento, porque los ejemplos más notables del pueblo de Israel en ese nivel lo representaban Moisés Aarón y Hur.

Por ello, al mantener las manos en alto Moisés significaba la supremacía de Israel sobre Amalec.

12.- PERO LAS MANOS DE MOISÉS SE CANSARON, POR LO CUAL TOMARON UNA PIEDRA Y SE LA PUSIERON DEBAJO, SENTÁNDOSE EL SOBRE ELLA EN TANTO QUE AARÓN Y HUR LE SOSTENÍAN LAS MANOS, EL UNO DE UNA PARTE Y EL OTRO DE LA OTRA; DE ESTA SUERTE ESTUVIERON FIRMES SUS MANOS HASTA PONERSE EL SOL.-

La actitud de la reforma no es consistente sin la ayuda de otros factores ideológicos que sirvan de soporte a sus predicados.

Esto nos puede servir de base ideológica para la consecución de las metas que cada uno tiene señaladas, ya que la reforma se manifiesta en todos los niveles del espíritu.

No bien se ha alcanzado una altura espiritual ya tenemos nuevamente otros principios ideológicos listos a presentarse y a darle un giro evolutivo a las cosas con el fin de presionarlo siempre hacia los propósitos de Dios. Aquí se nos presenta simbólicamente la actitud de Moisés como una forma de conducta de consistencia limitada.

Así podemos ver la inconsistencia de la ley para mantener firme sus propósitos mostrando "cansancio", que significa falta de vigor o pujanza para cumplir su cometido por sí.

Ahora vemos que la piedra significa un fundamento o soporte ideológico sobre el cual sostener un principio.

Esta piedra es el principio mesiánico sobre el cual descansa todo el proceso evolutivo del hombre.

En Isaías 83:14 dice:

• Santificad al Señor Dios de los ejércitos y sea Él vuestro temor y sea Él vuestro pavor. Y Él será para santuario y asimismo para piedra de tropiezo y para roca de caída a las dos casas de Israel; para red y para lazo a los habitantes de Jerusalén. En Isaías 28:16 dice:
• He aquí yo pongo en Sión por cimiento una piedra, piedra probada, piedra angular, preciosa de firmísimo asiento, y el que creyere no se apresurará.

Y en muchos otros pasajes hace mención a la piedra que sirve de base a la ciudad de Dios, cuya piedra es, sin duda alguna: El Mesías, ya que sobre él descansa toda la responsabilidad de alcanzar el grado de perfección que el hombre deberá escalar.

Aquí vemos la piedra sirviendo de asiento a Moisés ya que la ley, de por sí, no logra el propósito buscado. Se necesita de la firmeza de Josué, y del ejemplo de fortaleza que la piedra de ángulo de la casa de Dios brinda como resistencia en la batalla contra las fuerzas del error.

Por otra parte vemos la ayuda que brindan las interpretaciones religiosas, así como las instituciones sociales orientadas por las leyes provenientes de Dios, simbolizado aquí por Aarón y Hur, cada cual en su función específica, sosteniendo la conducta de la ley de reforma para el hombre, de manera que se mantenga firme en la batalla que se presenta ante la indiferencia de la humanidad que no entiende de estas cosas relacionadas con el espíritu.

El sol representa conocimiento, saber, que no hay manera de abandonar los caminos establecidos por la reforma conociendo la ayuda de la interpretaciones preliminares de la ley que Aarón representa.

Así podemos comprender que es necesario combinar todos los elementos que Dios proporciona en el momento de establecer las batallas contra las cosas del mundo y su indiferencia a este proceso.

Es necesario tomar en cuenta la ayuda de los mandamientos que deben estar sosteniendo nuestra actitud de la misma forma que Moisés sostenía sus manos en alto durante la batalla, ya que en el momento que se baje la guardia y las manos se cansen de sostener en alto los preceptos que Moisés representa por medio de la fortaleza y el poder de sus manos, que sabemos representa la actuación en ese sentido, la batalla se irá perdiendo y podremos sucumbir ante los embates del mundo y sus tentaciones, arrastrándose en sus caminos y absorbiendo la fortaleza del aliento de vida que Dios insufló al hombre en el día de su creación.

13.- Y JOSUÉ DESHIZO A AMALEC Y SU PUEBLO A FILO DE ESPADA.-

La espada es la palabra de Dios. En infinidad de pasajes se nos da a entender que la palabra de Dios es como una espada aguda que mata el espíritu.

En Isaías vemos que el profeta es usado como espada contra las rebeldías del pueblo de Israel. En otros pasajes pone a Israel como la espada tajante que cortará la maldad de la tierra.

La espada del Señor Dios es su palabra transmitida a través de sus elegidos.

En estos pasajes vemos que Josué deshace literalmente al pueblo con su espada, y esto debe servirnos de indicación en el sentido simbólico que las armas que debe usar el hombre de fe, como es el caso de Josué en este relato, es la palabra de Dios, ya que es necesario conquistar los pueblos de la tierra eliminando a sus habitantes, pero en el orden simbólico, ya que la fase inicial de la formación del pueblo de Israel es símbolo de lo que posteriormente será la ciudad de Dios.

Esta conquista de las naciones de la tierra consta de tres niveles.

1. El primero de índole irracional, donde las victorias obtenidas se convierten posteriormente en derrotas ya que el liderazgo que se pretende establecer es de condición material.
2. El segundo que es de naturaleza racional también conduce a la derrota del pueblo, ya que se pretende llegar a un estado legal filosófico, donde por medio de los conceptos intelectuales se llegue al control absoluto de la mente de los pueblos.
3. El tercero, que es el poder sentimental, es el que lleva la fe y la confianza en la justicia divina, poniendo en práctica aquello que la humanidad teme no ha de producir resultados positivos, pues lo considera débil y falto de fundamento ante el abuso que espera surja de los otros que noten la falta de oposición beligerante ante los ataques de los otros.

Es la espada de la palabra las que debe esgrimir el Mesías esperado, ya que por medio de ella ha de matar el lado negativo del hombre de Canaán, que es el símbolo de la carne y hacer que cada uno de los enemigos de Israel (hablamos en términos simbólicos todo el tiempo) muera a su conducta negativa y nazca a una nueva vida de amor inspirada por el ejemplo edificante de las fuerzas del bien nacidas de la piedra que vimos debajo de Moisés que mantenía en alto su conducta, sujetada por todos los elementos de fe que le sirven de ayuda al espíritu del hombre cuando éste enfrenta la tentaciones de la vida.

Hemos visto en estos pasajes los preparativos para la primera batalla que tiene el hombre de Dios y que es la que representa Amalec, hijo de la indiferencia de la importancia de las cosas de Dios, ya que proviene de Esaú que vimos vendiera su primogenitura por un plato de lentejas, símbolo del desprecio de las cosas de Dios como lo más importante de la vida.

Por eso, en estos breves versículos nos da a entender lo que ocurre en la lucha del hombre en contra de su naturaleza animal parta alcanzar el estado espiritual que le hace acreedor de los dictados de su alma como manifestación de la esencia divina de Dios el cual procede todo lo relacionado con la luz.

14.- ENTONCES DIJO EL SEÑOR DIOS A MOISÉS: ESCRIBE ESTO PARA MEMORIA EN UN LIBRO Y PONLO EN CONOCIMIENTO DE JOSUÉ; YO RAERÉ DEL TODO LA MEMORIA DE AMALEC DE DEBAJO DEL CIELO.-

Los fundamentos que el ideal de perfección señala a través de la reforma nos dan a comprender la necesidad de establecer una forma de comunicación a través de los siglos, para ser transmitido de generación a generación.

Por eso, en estos pasajes dice que se escribiera esto en un libro, dando a entender la necesidad de la creación de la Biblia que aunque no estaba escribiéndose en un libro como tal, se estaba escribiendo en la tradición oral de los intérpretes de estos pasajes.

Esto se anuncia en este versículo a la vez que la indicación de que la fe del hombre que busca a Dios, representado en estos niveles por Josué, representante de la fe segunda, ya que Abraham fue el manifiesto de la fe primera y padre de esta, de que la actitud indiferente del hombre del mundo con relación a las cosas de Dios sería eliminado en los niveles más altos de la conciencia.

Al decir debajo de los cielos señala que no alcanza la altura del espíritu, sino que se queda en los niveles más bajos, debajo del cielo que representa la altura ideal que se sigue.

Raer simboliza cortar de raíz, eliminar desde la base.

Por eso al decir que raerá la memoria de Amalec, nos da a entender la indiferencia del hombre con relación a las cosas de Dios, simbolizado por Amalec, sería eliminada desde su base.

15.- Y EDIFICÓ MOISÉS UN ALTAR Y LE PUSO POR NOMBRE EL SEÑOR DIOS ES MI BANDERA.-

El altar es la dedicación ideal que se hace a una forma de proceder en la vida.

Podemos decir que todo aquello en que el hombre deposita su confianza o aspiraciones representa el altar de sus sacrificios.

Es menester aclarar este concepto con verdadera claridad ya que cuando se dice edificó un altar se esta estableciendo que todas las aspiraciones provienen de ese altar y que a la vez se dedica al mismo todos los esfuerzos y sacrificios.

Con esto vemos que el concepto del altar, así como el concepto de Dios adquiere un sentido más amplio que el que literalmente tienen.

Podemos decir que las riquezas son un dios simbólicamente y que todos los esfuerzos que se realicen para adquirirlas son los holocaustos que se hacen a ese altar.

Así podemos decir que las posiciones sociales, el poder político, una persona amada con devoción, una carrera o profesión, etc., todos estos son sustitutos de Dios, ya que Dios es el símbolo de la perfección en el espíritu o esencia de las cosas, y al dedicar los esfuerzos en cualquier sentido como primordial, se está adorando a falsos dioses.

Aquí Moisés, la reforma del hombre, hace una dedicación de sus actitudes y esfuerzos al ideal de perfección que el sostiene.

El nombre del altar es YHVH-Nissi, que como sabemos el nombre de Dios representado por las cuatro letras YHVH (Yod Het Vab Het) los judíos le llamaban el Señor Dios, que en hebreo es Adonai, y Nissi, significa bandera o estandarte.

La bandera es la representación del ideal que se coloca en lo alto para manifestación de todos los atributos que componen esa idea.

De esta forma vemos que Moisés establece la idea de Dios como bandera de sus aspiraciones en la vida.

16.- Y DIJO: POR CUANTO LA MANO DE AMALEC SE LEVANTA CONTRA EL TRONO DE YAH, EL SEÑOR DIOS TENDRÁ GUERRA CON AMALEC DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN.-

La conducta de indiferencia del hombre, que aquí está simbolizado por la mano de Amalec, siempre estará orientada a racionalizar la conducta de los seguidores de Dios como algo sin importancia, ya que vemos que aquí dice se levanta contra la supremacía del ideal de perfección que lo vemos aquí representado en términos abreviados, pero siempre relacionado con el Ser o existir. Yah que es una abreviatura de YHVH

Por estas circunstancias veremos que la idea de Dios siempre combate la indiferencia del hombre, tomando como más importante la conducta del mal manifestada como tal, como en el caso de Faraón y en la de Ciro rey de Persia al cual llamó su hijo en justicia, antes que cualquier actitud indiferente hacia las cosas del Espíritu.

Por eso dice que si el hombre no goza de bien que Dios le concede, más feliz es un abortivo que él, porque éste en vano viene y a las tinieblas se va, y su mismo nombre estará cubierto de tinieblas. Ecl 6:3

Así se establece que en todos los niveles de la conciencia del hombre, el ideal de perfección estará en contrapunto con la indiferencia de éste de hacer uso de los bienes que Dios le da, "su talento", utilizándolo para cosas baladíes y vanas que no trascienden ni alimentan los espíritus que le asisten para evolución del alma.

De generación en generación, significando que no importa cuan avanzado se halle el intelecto del hombre, siempre hay un camino que andar dentro de las cosas del espíritu, para hacer más cercana el alma a las cosas perfectas establecidas por Dios.

Hemos visto como a través de los siglos, civilización tras civilización, ha pretendido estancar su evolución espiritual, concediéndole todos los esfuerzos que el hombre puede realizar para la consecución de los bienes materiales hundiéndose, cada vez más, en el abismo de los deseos insatisfechos.

Guerras, revoluciones, reformas, ideales, todos de índole material, buscando la curación o la salvación del cuerpo como tal.

Aún en las aspiraciones religiosas, vemos introducidas las manos ansiosas de Caín, buscando la eliminación de la obediencia y la fe sin reclamos de Abel, y sustituyéndolas por la indiferencia de Cam, que vio la desnudez del padre y no la cubrió.

Muchas veces hemos analizado la conducta de Cam, y el resultado de su proceder, pero ahora podemos asociarlo con la conducta de Amalec, pasando por Esaú, que vendió su primogenitura por un plato de lentejas, simbolizando con ello la indiferencia a las cosas del espíritu que son el fundamento de la existencia humana.

El hombre fue concebido, según el relato bíblico, a imagen y semejanza de Dios.

Con esto se estableció claramente que la razón de la existencia de éste no es individualista, ya que de serlo, no formaría parte de la esencia divina que reconocemos como infinita, sino como parte del concierto de la creación incluido en la sustancia de Dios.

Por ello podemos entender que el hombre es una parte de Dios, y como tal no puede haber en él imperfecciones, sino que está ordenado para ser perfecto, como Dios es perfecto, según lo hemos visto en la Biblia.

Como tal, la indiferencia al resto de la creación, lo separa de la misma desde sus raíces, llevándole a la posición de desaparecer, si así fuera. De ahí que aquí se diga que Amalec será raído de debajo del cielo y que tendrá guerra con Yah de generación en generación, expresándose las ordenanzas divinas como contrarias a sus mandatos indiferentes.

La mano de Amalec se muestra en todas las actitudes del hombre cuando éste trata de establecer su propia satisfacción como meta de sus aspiraciones.

Cuando el hombre lucha por abrirse paso en la vida indiferente al dolor ajeno, a la necesidad del prójimo y preocupado solamente por obtener los bienes de consumo que su cuerpo le reclama, esta representando la mano de Amalec en su conducta y como tal se enfrenta a la justicia divina que establece la unidad de la fe y la armonía de todas las partes en UNA, como es símbolo de su nombre YAH, que significa SER, como un atributo de lo infinito, llamado a permanecer por los siglos de los siglos infinitamente, sin perder esa condición esencia que es nacida de la sustancia de Dios.