1.- A PRINCIPIOS DEL TERCER MES DESPUÉS DE HABER SALIDO LOS HIJOS DE ISRAEL DE LA TIERRA DE EGIPTO, EN ESE MISMO DÍA LLEGARON AL DESIERTO DE SINAÍ.-

Aquí vemos el simbolismo del tercer día que tanta preponderancia tiene en la Biblia. Este número, como dijimos, es la formación de una triada de naturaleza cíclica. O sea que los ciclos evolutivos se forman en tres tiempos.

Cada vez que algo está relacionado con el tres, establece que ha llegado al punto de funcionamiento de un concepto.

Aquí el tercer mes establece la llegada a la altura donde se va a tomar la conciencia racional del hombre para hacerla parte de su formación ideológica.

Hasta este momento todas las indicaciones son de índole irracional, mágica, donde lo que se ejecuta se establece por medio de manifestaciones mágicas ya que son el producto de mandatos divinos como vimos en todos los hechos que hasta aquí ha ocurrido.

Aquí va a entrar en función el primer grupo de conceptos que harán que el hombre tenga el conocimiento de la razón que de separarlo de su condición puramente animal.

Los diez mandamientos son un tratado de conciencia racional de una naturaleza tal, que de por sí establece la divinidad de su procedencia al mostrar conceptos que aún hoy parecen imposibles para el hombre alcanzarlo de acuerdo con su mente transitoria.

Estos mandamientos, que poco a poco han ido tomando cuerpo en el hombre (aunque no en una forma total) son la aspiración y el deseo de todas las sociedades, ya que el hombre está consciente de que el respeto a los mismos produciría la convivencia ideal haciéndole apto para vivir en paz, puesto que establece el respeto y la armonía entre los hombres.

Ahora estamos llegando al pie de la altura espiritual que se ha de manifestar llena de tormentas y nubes, como lo ha estado durante todos estos siglos en el orden parabólico, para que el hombre no pueda alcanzar a ver la procedencia de esos mandamientos con claridad absoluta, de manera que primero se pruebe el resultado de los desacatos a los mismos antes que el hombre los respete por voluntad propia y no obligado por ninguna ley de naturaleza social humana, o por temor al castigo de un Dios severo de justicia tronante como es que se presenta al principio de la Biblia como convenía a las mentes elementales que necesitan del temor y de la disciplina férrea como el niño en los primeros años de su vida.

Esta ley la vemos hasta en los animales más elementales, donde los recién nacidos son cuidados por los padres con rigor acerbo, de manera que aprendan los dolores de la vida antes de enfrentarse a ella, para luego abandonar el nido o la madriguera cuando ya están preparados para moverse por sí.

De esta forma vemos que hasta aquí la conciencia del hombre está siendo llevada por las manos hábiles del ayo del Universo, hasta entregarle el regalo preciado de su conciencia por medio de los mandamientos que van a abrirle las puertas del nuevo mundo que se presenta ante ellos, para la conquista de la tierra prometida en el espíritu.

2.- HABIENDO PUES LEVANTADO EL CAMPAMENTO DE REFIDIM, VINIERON AL DESIERTO DE SINAÍ Y ACAMPARON EN EL DESIERTO; DE SUERTE QUE ISRAEL ACAMPÓ ALLÍ DELANTE DEL MONTE.-

Después que salieron de Refidim que como dijimos simboliza la ausencia de conceptos y la posibilidad de calmar la sed de justicia que el hombre que busca a Dios necesita para aplacar sus aspiraciones espirituales.

Allí pidieron las aguas a Moisés y les dio las primeras aguas amargas de la rencilla que es el primer paso del que abandona las cosas de la carne pero no está impregnado aún de las cosas del espíritu.

Ahora se encuentran frente a la fuente de conciencia del hombre. El monte Sinaí representa la altura del espíritu por medio de la razón.

Son los mandamientos que el hombre ha de recibir que le han de servir para matar al hombre irracional que vive en él y entrar en los nuevos caminos de la razón.

La suerte es la manifestación de las cosas desconocidas de Dios por el hombre y que le van siendo entregadas sin que éste esté consciente de ello.

De manera que ahora, al acampar ante el monte, en medio del desierto, es una manifestación de la suerte o voluntad divina manifestada.

Este desierto está colocado a los pies del monte, por lo tanto es un lugar de definiciones donde se han de manifestar las últimas pasiones del hombre como veremos posteriormente.

3.- Y MOISÉS SUBIÓ A DONDE ESTABA DIOS; Y LE LLAMÓ EL SEÑOR DIOS DESDE EL MONTE Y LE DIJO: ASÍ DIRÁS A LA CASA DE JACOB Y ANUNCIARÁS A LOS HIJOS DE ISRAEL.-

La reforma escaló los niveles que le señalaba el máximo sentimiento de perfección.

Cada etapa tiene una definición de Dios más elevada que la anterior. Por ello vemos que en los primeros pasajes vemos a Dios representado como presente en el nivel tierra donde no hay una conciencia definida de la magnificencia de Dios.

Esto es así para todos los que inician el camino del espíritu. Por ello vemos que cada vez se coloca la imagen de Dios de una manera más elevada, hasta la idea que posteriormente tiene y que es la que podemos decir ha llegado hasta los tiempos más avanzados de la figura inconcebible e inalcanzable de Dios.

Aquí vemos que Moisés, representando la ley de reforma para la conciencia del hombre, sube a donde estaba Dios, lo cual podemos interpretar de acuerdo con la mente del que analice estos pasajes.

Unos lo verán físicamente en ese nivel y otros lo interpretarán como un encuentro simbólico en el espíritu humano con los conceptos de perfección que representan la idea de Dios para el hombre.

En ese nivel, interprételo cada cual como mejor le acomode de acuerdo con el dechado de conciencia más avanzado que el hombre puede concebir basado en su capacidad racional.

Este concepto que aquí se manifiesta le transmite la fuerza ideológica que deben representar todos los sectores del ser humano que busca encontrar el Espíritu Santo de Dios para el hombre.

Decimos que está siendo transmitido para todas las tendencias porque podemos notar que hace mención de la casa de Jacob y después a los hijos de Israel.

Como hemos visto, los hijos de Jacob representan al pueblo judío en su manifestación de suplantadores de la fe del hombre.

Son los encargados de suplantar la conciencia humana a la vez que los hijos de Israel representan la transformación de esa conciencia a elementos de trascendencia general al pasar a ser hijos de Israel, o sea los engendrados por el Espíritu que concibió a Jacob al luchar con el ángel de Dios.

Esto hizo que Jacob transformara su condición individual, hacia la promesa general hecha a Abraham ya que fue Dios el que así lo estableció al decirle: No será más tu nombre Jacob, sino Israel es tu nombre.

Con esto abrió las puertas a todas las naciones de la tierra a ser hijos de Israel en el orden espiritual.

Así podemos ver la diferencia entre los hijos de Jacob donde se limita la condición esotérica del pueblo judío como transmisores de los grados de conciencia nuevos que el hombre recibe, y los hijos de Israel son las corrientes espirituales que surgen del conocimiento de las cosas del Espíritu Santo que el Máximo Sentimiento de Perfección ha entregado para todas las naciones de la tierra.

Este es el anuncio del reinado espiritual que le está asignado a Israel como cabeza de las naciones, teniendo como significado esto, que todos los seguidores de la idea de Dios que sean engendrados por el Espíritu Santo que Israel representa espiritualmente, son hijos de Israel, o hijos de la idea de los que luchan junto a Dios.

Este es un concepto que debe ser analizado detenidamente, ya que es la base estructural de la unidad de la fe para todas las naciones ya que vemos que los dictados de Dios para el hombre son tanto para los de la casa de Jacob, como para los hijos de Israel, manifestados en constantes ocasiones de esta manera, donde se hace indicaciones para unos y otros por separado, y es necesario pasar por la separación de estos principios para conocer el resto del mensaje oculto que existe entre las líneas de las escrituras y que salen a la luz de forma ocasional por medio de la suerte, que como dijimos es la manifestación de las cosas que se hallan ocultas para el hombre hasta que Dios determine que deben presentarse en su camino y preparar las condiciones sorpresivas para su conocimiento.

4.- VOSOTROS HABÉIS VISTO LO QUE HICE A LOS EGIPCIOS, Y COMO OS TOMÉ SOBRE ALAS DE ÁGUILA Y OS HE TRAÍDO A MÍ MISMO.-

Ahora se hace la exposición de los acontecimientos históricos de Egipto, aclarando que fue la intervención directa de Dios el que ocasionó estos hechos liberatorios.

Las alas de águilas representan la conducta elevada fuerte y poderosa como reina de las alturas, estableciendo que de esa manera elevada y poderosa hizo que se manifestaran los hechos que trajeron al pueblo de Israel hasta la posición que ocupaban ahora frente al monte Sinaí donde iban a recibir los mandamientos establecidos para el hombre de todas las latitudes que evolucionan hacia las alturas del espíritu.

5.- AHORA PUES SI ESCUCHAREIS ATENTAMENTE MI VOZ Y GUARDAREIS MI PACTO, ME SERÉIS UN TESORO ESPECIAL, TOMADO DE ENTRE TODOS LOS PUEBLOS DE LA TIERRA; PUES QUE MÍA ES TODA LA TIERRA.-

Se insta a que se sigan las instrucciones que van a recibir en ese monte, siendo esto un tesoro especial.

Este tesoro es de naturaleza espiritual y nos da pie para interpretar todos los tesoros que vemos en la Biblia como manifestaciones espirituales y analizarlos como tal.

Ejemplo de ello es la interpretación de los utensilios del altar que vemos señalados como de oro finísimo y que debe ser interpretado como de una consistencia fuerte y de un esplendor atrayente como deben ser los tesoros espirituales de Dios.

Así vemos que todas las interpretaciones que en un nivel tienen significados materiales para los que tienen la altura intelectual de esa elevación, tienen a su vez una interpretación de índole espiritual para los que tienen un reclamo de conciencia más elevado y de expresiones más acorde con la razón, que es el elemento que Dios otorgó al hombre para diferenciarlo de los animales de la tierra, ya que vimos que en éste Dios insufló hálito de vida en sus narices lo cual no hizo con los animales

De esta forma vemos como de acuerdo con la naturaleza divina del hombre, ya que fue dicho que había sido hecho a imagen y semejanza de Dios, está incluida la razón como atributo divino que es todo luz.

Por eso no debe el hombre temer a buscar el Espíritu Santo en su forma más depurada, ya que haciendo esto se acercará más a Dios en lugar de alejarse.

Aquí vemos que el tesoro más preciado de Dios es el pueblo tomado de entre los pueblos de la tierra, el que lucha con el hombre y le vence, aunque resulte herido en el tendón del muslo y tenga que cojear sus etapas hasta la sanidad del Espíritu Mesiánico.

Vemos aquí como hace hincapié en que la tierra es toda suya, como dando a entender que todo esto que vemos aquí aconteciendo está siendo representado para todos los pueblos de la tierra, y no es de condición especial para ninguna secta, religión o tendencia en particular, ya que ante Dios todos los hombres son su criatura y a todos les da "Su Suerte" por separado igualmente.

6.- Y VOSOTROS ME SERÉIS UN REINO DE SACERDOTES Y UNA NACIÓN SANTA. ESTAS CON LAS PALABRAS QUE DIRÁS A LOS HIJOS DE ISRAEL.-

Esta es la manifestación más importante y la de mayor trascendencia de todos los conceptos que se presentan en la Biblia.

La función de los hombres que buscan encontrar el Espíritu Santo, es la de servir de ejemplo a los demás hombres de cómo se debe conducir en la vida el hombre que Dios ha engendrado con su Espíritu Santo.

El sacerdote simboliza la persona de una comunidad que tiene acceso al lugar más sagrado del templo, es la característica de actuación más acorde con el ideal de perfección y es por ello el encargado de mostrar al pueblo los dictados de conducta que provienen de Dios.

Cuando se dice: Seréis un reino de sacerdotes, se da a entender que la soberanía de Israel sobre las demás naciones será una de carácter espiritual, ya que no se anuncia un reinado de reyes, sino de sacerdotes, con lo cual se está aclarando el reinado de Israel sobre las demás naciones de la tierra, en el orden de santidad y conducta ante Dios.

Para rematar la frase dice que será una nación santa. Esto debe entenderse como pura, limpia, sin mezcla de otras corrientes espirituales que no sean las derivadas del Espíritu Santo de Dios. Así se le aclara a Moisés que representa la reforma del hombre hacia los caminos de la santidad.

Éste es un término que aunque no ha sido comprendido por el hombre, casi se muestra con una claridad meridiana al ver que todos los adelantos que hemos visto en el hombre en el orden espiritual, han provenido precisamente a través de los hombres de Dios que siguen la misma línea de conducta del pueblo de Israel espiritualmente.

Podemos añadir que todo aquel que sigue los dictados de la fe que preconizó inicialmente Abraham, con relación al Dios altísimo dando sus diezmos a Melquisedec rey de paz, sacerdote del Dios altísimo es hijo de Israel en el orden espiritual ya que su participación en la vida está regida por el Espíritu Santo que el hombre recibiera por la vía que está señalada en la Biblia como la corriente de la raíz santa.

Todo hombre que ha sido movido por las palabras encerradas en las escrituras ha sido convertido en hijo de Israel, ya que este nombre no es una condición material que Jacob recibiera en su nacimiento, sino que el nombre que obtuvo tras su lucha con el hombre y sus pasiones.

De la misma forma, todo aquel que lucha contra sus pasiones e instintos que pugnan por dominarle y logra salir airoso de la prueba, también es acreedor de este nombre siendo por lo tanto nacido de la misma idea o principio que aquí se presenta con el nombre de Israel, pasando a ser israelitas por herencia divina.

De estos hijos de Israel será el reinado espiritual y el sacerdocio que aquí vemos establecido como una de las primeras normas que recibiera el pueblo delante del monte de Dios, que aquí se presenta.

7.- VINO PUES MOISÉS Y LLAMÓ A LOS ANCIANOS DEL PUEBLO Y EXPUSO DELANTE DE ELLOS TODAS ESTAS PALABRAS QUE EL SEÑOR DIOS LE HABÍA MANDADO DECIR.-

Los ancianos del pueblo son una manifestación importante de lo que son los logros y fracasos de una comunidad.

Ellos representan la tradición y la herencia espiritual de una generación.
Por lo tanto la convocación de estos elementos simboliza el deseo de reconciliación de las raíces originales con los nuevos componentes de la reforma que está teniendo lugar por medio del ejemplo de Moisés.

Todos estos nuevos conceptos fueron puestos a la consideración de los elementos tradicionales que hasta ese momento formaban los principios ideológicos de los que buscaban el encuentro con Dios después de haber abandonado sus pasiones o por lo menos haber hecho el intento de hacerlo debido a las presiones que Dios había establecido y que vemos aquí señalado como la salida de la tierra de Egipto, tierra de servidumbre a los deseos pasionales de la carne.

8.- ENTONCES TODO EL PUEBLO RESPONDIÓ A UNA DICIENDO: ¡NOSOTROS HAREMOS TODO CUANTO HA DICHO EL SEÑOR DIOS! Y MOISÉS TRAJO AL SEÑOR DIOS LA RESPUESTA DEL PUEBLO.-

La voluntad del hombre obedece a dos factores. A saber:

• Pasional, nacido del deseo que pudiéramos interpretar como el sentimiento
• Racional: nacido del análisis e interpretación de lo que recibe a través de su capacidad de captación intelectual.

En este caso vemos que el pueblo captó intelectualmente los dictados que la reforma le señalaba y los aceptó como los más positivos a seguir dadas las circunstancias por las cuales estaba pasando.

Así, el hombre acepta intelectualmente una serie de conceptos que estima son los más adecuados.

Después de la experiencia de los mismos, si es que logra ponerlos en práctica, surgen los resultados positivos o negativos que estos conceptos producen. De acuerdo con eso lo beneficios o perjuicios que éste recibe los hace parte o no del sentimiento.

Esto es lo que podemos llamar la ley convirtiéndose en gracia.

Los resultados de la conducta que se manifiesta se han de poner en práctica y tendrán que ponerse bajo el análisis de los conceptos de perfección suprema que Dios representa, que aquí lo vemos como el momento en que Moisés trajo ante Dios la respuesta del pueblo para que sea sometida al juez supremo.

9.- ENTONCES EL SEÑOR DIOS DIJO A MOISÉS: HE AQUÍ QUE YO VENDRÉ A TI EN UNA NUBE ESPESA A FIN DE QUE OIGA EL PUEBLO MIENTRAS YO HABLO CONTIGO, Y QUE TAMBIÉN TE CREA PARA SIEMPRE. Y REFIRIÓ MOISÉS AL SEÑOR DIOS LAS PALABRAS DEL PUEBLO.-

La idea de Dios siempre ha sido manifestada al hombre como envuelta en una nube espesa, que es la frontera del velo que cubre su imagen separándola de la capacidad de interpretación del hombre.

Al menos hasta el momento final que aún no tenemos conocimiento definitivo ni de que remotamente se trata, pero que es la única promesa que hemos tenido anunciada de que al fin de los tiempos le veremos en su radiante esplendor.

Por eso aquí vemos que se le dice a Moisés, al igual que a todos los visionarios que han tenido experiencias similares, que se presentaría tras una nube espesa, de manera que el hombre, representado aquí simbólicamente por el pueblo, no pueda captar su verdadera imagen.

Esto, según estas palabras, está hecho así para que cualquier manifestación que se haga en nombre de estos conceptos permanezca vigente para todas las generaciones, tanto pasadas como presentes, así como futuras, ya que como dijimos con anterioridad, la diferencia entre adivinación y profecía está en que la adivinación es un intento de conocer los acontecimientos futuros sin tener una base para ello, y establece fechas y lugares definidos.

En cambio, la profecía es la revelación de los acontecimientos de todas las épocas, partiendo de la premisa de que ella proviene del sentimiento de perfección establecido para la eternidad y por tanto sin lugar ni fechas predeterminadas por el hombre, sino que con la certeza de las cosas provenientes de Dios y Su naturaleza infalible.

10.- Y EL SEÑOR DIOS DIJO A MOISÉS: VUELVE AL PUEBLO Y SANTIFÍCALOS HOY Y MAÑANA; Y LAVEN SUS VESTIDOS.-

Ahora vemos las indicaciones del máximo sentimiento de perfección que le señala a la reforma la necesidad de mantenerse al mismo nivel de conciencia que necesitan los seguidores de la misma

Por eso dice que vuelva al pueblo dando a entender que se haga entendible a los demás de manera que se les santifique que es el estado de purificación donde se eliminan las partes que no corresponden al mismo.

El propósito de esta evolución es manifestar la idea original del hombre en su estado de perfección ideal, como fue concebido por Dios en el símbolo de la creación del paraíso.

Después de entrar en el proceso de manifestación de esta idea, se produjo la mistificación que vimos representada por haber comido del fruto del árbol del bien y del mal.

Esto hizo que se produjera la salida del estado de perfección por medio de la ejemplarización de otras normas que no son el hombre, representadas por el producto de la duda que el árbol simboliza.

Ahora vemos cómo se está reclamando la santificación del pueblo ya que en varias ocasiones se dice que ha de ser gente santa.

Los distintos niveles del espíritu que han de representarse deberán tener otras características, por lo que se pide esta santificación, así como el lavado de los vestidos que es la condición externa o apariencia ante el resto de las naciones.

Los vestidos o conducta externa del hombre, es su condición a los ojos de los demás, dada que su condición interna está representada por su cuerpo.

Todos estos mandamientos, antes del encuentro con Dios en el monte, son la condición del fiel a la idea de Dios, que deberá prepararse para recibir los mandamientos que le harán evolucionar su condición irracional hacia niveles racionales y factibles de entender las cosas del espíritu que le estarán reservadas para el momento de alcanzar la tierra prometida y su encuentro con el Mesías.

Esta tierra prometida la hemos representado como el estado ideal de perfección que ha de alcanzar el hombre en la manifestación de su conducta después de recibir el grado mesiánico que es el momento en que el hombre comprende el mensaje encerrado en las escrituras que son el Espíritu Santo del hombre que se está anunciando en ellas ha de ser manifestado al hombre.

El Mesías está en Espíritu dentro de las escrituras y para encontrarlo no hay día ni fecha exacta. Éste se presenta al hombre en los momentos en que se produce la captación de Su Espíritu haciendo de quien lo encuentre una nueva criatura ante Dios, cambiando su nombre de "suplantador" (Jacob) en "soldado de Dios" (Israel) para la conquista de la tierra de Canaán en el orden espiritual.

11.- Y ESTÉN APERCIBIDOS PARA EL DÍA TERCERO; PORQUE AL TERCER DÍA DESCENDERÁ EL SEÑOR DIOS, A VISTA DE TODO EL PUEBLO SOBRE EL MONTE SINAÍ.-

El día tercero es el final de un ciclo, como cuando vimos las tríadas de perfección de tres elementos integrados en uno para formar un resultado evolutivo.

Ahora este tercer día señala el fin de un ciclo de preparación de todos los factores necesarios para entender las indicaciones del próximo nivel donde se verá la idea de Dios en otro nivel.

El descenso de Dios representa el hacerse más comprensible sus indicaciones ponerse a una altura más comprensible en sus indicaciones, una altura más entendible.

Esto va a ocurrir en el monte Sinaí que es el lugar establecido para que los hechos que han de cambiar la conciencia del hombre tengan su manifestación para la humanidad en las próximas generaciones ya que de esa manera de conducta del hombre, iba a quedar terminada en ese tercer día o compleción del ciclo evolutivo de la conciencia humana.

En capítulos anteriores vimos como las condiciones se estaban preparando para la confrontación del hombre con Dios en el desierto que es el momento de perder las aspiraciones y satisfacciones de una forma de vida que fue señala como esclavitud de la carne en la tierra de Egipto.

Ahora se presenta el momento de sometimiento del hombre a los reclamos de la ley que es el segundo paso de la tríada del espíritu de perfección establecido para el hombre.

1. Animal o natural.
2. Racional o continente.
3. Espiritual o agraciado (lleno de gracia.

12.- Y SEÑALARÁS LÍMITES AL PUEBLO EN DERREDOR, DICIENDO: GUARDAOS DE SUBIR AL MONTE, Y AÚN DE TOCAR SUS TÉRMINOS. TODO AQUEL QUE TOCARE EL MONTE SERÁ MUERTO IRREMISIBLEMENTE.

Con esto se está indicando que el hombre no está aún en posición de escalar a las alturas del espíritu para su encuentro con Dios.

El señalamiento de impedir al pueblo que suba al monte no da a entender que hay niveles más elevados por alcanzar y que el hombre no tiene la preparación necesaria para llegar a esas alturas donde sólo los elegidos han de llegar.

Los límites que se señalan son los grados que hay que alcanzar para poder entender los misterios de la fe sin perder la noción de vigencia que en estos momentos se está indicando tiene los preceptos que se han de recibir a continuación.

Primero, el hombre deberá recibir la ley estableciendo las prohibiciones o restricciones que el mismo debe implantar en su conciencia antes de poder escalar libremente las alturas del espíritu a su encuentro con la libertad que Dios promete a sus elegidos.

No cabe duda de que antes de que el hombre pueda llegar a comprender como se vive sin ley es necesario que entienda la forma en que se vive con ella ya que esta ley estará señalada para los que la incumplen toda vez que la ley está presente para los que la violan, así como que no existe para los la respetan por conciencia adquirida ante los resultados del desacato a la misma.

Aunque resulte algo redundante es factible decir que la ley es para los de la ley, así como la gracia es para los agraciados.

Por eso dice que el que traspase los limites de sus posibilidades espirituales perderá la fe, que es la vida el Espíritu Santo en el hombre, ya que este vive, como dicen las escrituras por medio de la fe haciendo comprensibles esas palabras en estos momentos donde se declara que el hombre no debe rebasar el límite de sus capacidades pues irremisiblemente será muerto.

Con esto damos a entender que ninguna ley deberá ser eliminada antes de comprender el verdadero significado de la misma y sus consecuencias en todos los niveles, ya que una ley tiene varias interpretaciones.

Unas de carácter literal y otras de interpretación simbólica de las mismas, haciendo vigente una ley viéndose en una forma en un nivel de la conciencia y manifestándose de otra totalmente diferente a veces en otra altura del intelecto racional del hombre.

14.- Y MOISÉS ENTONCES BAJÓ DEL MONTE AL PUEBLO Y SANTIFICÓ AL PUEBLO Y ELLOS LAVARON SUS VESTIDOS.-

Este es el momento que se señala como que los elementos de la reforma toman una altura en que se hace comprensible para las masas que componen la mente común a ese nivel.

Al santificarlo dio a entender que borró elementos místicos o adquiridos por otras filosofías de vida ya que la mentalidad del hombre de estos niveles está influenciada por la actitud de una vida servil a los reclamos de la carne, que es el símbolo de haber estado en la tierra de Egipto.

Por eso dice que ellos lavaron sus vestidos ya que la actitud de naturaleza externa fue renovada borrando sus manifestaciones naturales reflejadas en su conducta hasta ese momento por sus vestidos, la cual cambiaron por una norma continente, de acuerdo con los reclamos de este nuevo nivel que se presenta ante ellos en el monte Sinaí.

Ahora la conducta del hombre va a estar representada en dos niveles, uno, que será el que se siente, y otro el que se expresa.

La ley va a frenar la manifestación externa de sus sentimientos internos, siendo éste el segundo paso de la tríada donde ha de representarse lo racional impuesto a lo establecido por lo pasional.

15.- Y DIJO MOISÉS AL PUEBLO: ESTAD APERCIBIDOS PARA EL TERCER DÍA NO OS LLEGUÉIS A MUJER.-

El tercer día representa el momento de llegar al final del ciclo que se está representando.

Ahora se anuncia que ese momento está al manifestarse por lo que la reforma establece que se debe estar en guardia constantemente con los elementos de conciencia que se han de recibir para no perder la visión de los nuevos principios que se han de manifestar al pueblo.

La mujer representa la práctica de un concepto.

En términos simbólicos podemos decir que racionalización de un concepto es el buscar un término legal que justifique un hecho como perteneciente a una razón válida.

Al decir que no se llegue nadie a mujer, se está estableciendo la proscripción de no "engendrar" ninguna corriente que no esté sujeta a estos nuevos principios que aún no se han manifestado, ya que eso sería como una impureza o un estado fuera de santidad, en la forma en que analizamos la santidad como la ausencia de lo impuro.

De esta forma, al prohibirse el contacto con mujer, se prohíbe la posibilidad de incluir elementos impuros, "no santos", dentro del nuevo nivel que se está manifestando. Por eso en el tercer día la actitud debe ser de expectativa de manera que se pueda captar los nuevos conceptos sin elementos de otra naturaleza que puedan engendrar confusión.

16.- Y ACONTECIÓ EL DÍA TERCERO, AL DESPUNTAR LA MAÑANA, HUBO TRUENOS Y RELÁMPAGOS Y NUBE DENSÍSIMA SOBRE EL MONTE, Y UN SONIDO DE TROMPETA SOBREMANERA FUERTE. Y TEMBLABA TODO EL PUEBLO QUE ESTABA EN EL CAMPAMENTO.-

Este es el final de un ciclo. Esto se anuncia como que llegó el tercer día que representa el último paso de un ciclo evolutivo donde se resumen todos los logros y fracasos de un proceso de transformación.

El despuntar de la mañana es cuando comienza a ver los primeros conocimientos del próximo nivel que son las luces de la mañana de un nuevo día.

Los truenos y relámpagos son los efectos luminosos de estas luces que producen un eco en la conciencia con efectos deslumbrantes ante la magnificencia y la grandiosidad de estos rayos de luz que brotan del Espíritu Santo en sus manifestaciones primeras.

La nube densísima es la abrumadora cantidad de incógnitas que acompaña la visión de un nuevo ideal.

Al decir que había nubes densísimas sobre el monte nos da a entender que los conceptos elevados que se presentan en esta nueva altura del espíritu tienen una profundidad y un voluminoso grupo de incógnitas que oscurece la claridad inicial que surge de los primeros resplandores que se presentaron con los truenos y relámpagos.

Esta visión poética de un acontecimiento de esta magnitud sólo puede ser comprendida si analizamos parabólicamente estos sucesos pasados y vemos estos pasajes comparados con una gran tormenta que se avecina y vemos la potencia que hay acumulada en sus nubes y la fuerza inconcebible de su poder purificador, ya que destruye lo endeble, elimina lo contaminado y alimenta el nivel con fuerza avasalladora.

Así podemos comparar la visión del monte en el orden espiritual. Después vemos sonido de trompeta que hemos visto anunciado como el fragor de una batalla y como el anuncio de las cosas por venir.

Este sonido de trompeta que vemos asociado con todos los movimientos de la visión sorprendente del monte, es el mismo que veremos ante los muros de Jericó que hace que los muros se caigan, es la voz del predicador Isaías:

• Clama a voz en cuello, no te detengas, eleva tu voz como trompeta declara a mi pueblo su trasgresión. (Is 58:1)
• Y acontecerá en aquel día que sonará la gran trompeta y vendrán los que habían sido perdidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados en la tierra de Egipto y adorarán al Señor Dios en Jerusalén, el monte Santo. (Is 27:13)

Y en infinidad de pasajes más el sonido de la trompeta es el anuncio de las buenas nuevas que van a predicarse en estos niveles.

El temblor, que dijimos es el inicio del conocimiento, y el respeto a los predicados que se establecen con este temblor.

Aquí podemos ver que los seguidores de la idea de Dios, tuvieron temblor, significando esto que todos los que estaban agrupados bajo esta idea sintieron la profundidad y la grandeza de los acontecimientos que se le estaban presentando.

17.- ENTONCES MOISÉS SACÓ AL PUEBLO DEL CAMPAMENTO PARA RECIBIR A DIOS; Y SE DETUVIERON AL PIE DEL MONTE.-

Los conceptos encerrados en la reforma representada por Moisés hizo que los seguidores de la idea de Dios abandonaran sus posiciones anteriores dejando atrás la ley de los grados vividos ya y se colocaron en la altura que debían alcanzar para recibir los predicados del ideal de elevación de los conceptos racionales que sacarían al hombre de sus niveles irracionales esclavizados a los principios de la carne, en el símbolo de la tierra de Egipto.

Ahora los seguidores de la idea de Dios estaban dispuestos a recibir las manifestaciones del nuevo ideal, colocándose en el borde de los dos niveles; el que ellos sostenían en el nivel tierra, frente al monte, y el que la nueva idea de dios representaba en el monte Sinaí.

18.- EL MONTE SINAI ESTABA HUMEANDO TODO ÉL, PORQUE EL SEÑOR DIOS HABÍA DESCENDIDO SOBRE ÉL EN FUEGO Y SUBÍA UN HUMO COMO HUMO DE HORNO Y TODO EL MONTE TEMBLABA EN GRAN MANERA.-

Este humo es el efecto de los ejemplos que se presentaban ante la vista de aquellos acontecimientos simbólicamente.

Esto lo vimos en la destrucción de Sodoma y Gomorra donde se terminaba una etapa de degradación por medio de los nuevos conceptos en forma de fuego avasallador.

• Y tendió la vista sobre Sodoma y Gomorra… y al mirar, he aquí que el humo de aquella tierra subía como el humo de un gran horno. (Gen 19:28)

En hebreo la palabra que se usa para humo tiene raíces comunes con la palabra que se utiliza para decir espíritu, o sea que puede interpretarse como si se dijera espíritu.

• Y su fortaleza… y sus príncipes se atemorizaron a la vista de una bandera, dice el Señor Dios cuyo fuego está en Sión y su horno en Jerusalén. (Is 31:9)

El horno establece la purificación y la cocción o terminación de los elementos que en él se colocan para someterlos a su efecto, ya sea para purificación de los metales, como para la preparación del pan.

Este horno anuncia los elementos espirituales que servirán y terminación del pan espiritual para los grados siguientes. Todas estas imágenes, como vemos, están relacionadas con elementos de purificación, ya que los truenos y relámpagos, las densas nubes, la trompeta sonando, y ahora el horno, todos concuerdan en una misma cosa: la preparación de los elementos de la próxima etapa que se está anunciando se avecina con la mañana de un nuevo día, que es el tercero que anuncia el final de un ciclo completo.

Todo el monte temblaba. Esto coloca los elementos del monte o altura espiritual esperada con relación a la ley que es el producto del temor o temblor.

Al analizar los elementos simbólicos uno junto a otro y asociarlos con otros pasajes bíblicos donde se hace referencia a un hecho con los mismos elementos, veremos que surgen las interpretaciones de manera clara y precisa.

Así podemos ver todas estas presentaciones que aquí vemos como elementos materiales de un hecho literal, sirviendo de base interpretativa para distintos acontecimientos en el orden espiritual y con una nueva enseñanza para un nivel más elevado.

19.- Y EL SONIDO DE LA TROMPETA SIGUIÓ AUMENTÁNDOSE Y ESFORZÁNDOSE EN GRAN MANERA: MOISÉS HABLABA Y DIOS LE RESPONDÍA EN VOZ.-

La predicación de los nuevos conceptos comienza con estridencia comparable al de una trompeta y va haciéndose más notable en la medida en que va produciéndose.

Así vemos que los primeros sonidos, aunque notables, no son como los que se producen con la continuidad de los mismos. Vemos como en la medida que se van transmitiendo las enseñanzas éstas van haciéndose más notables y visibles, como ocurre con todas las nuevas ideas o conceptos filosóficos que comienzan por unos pocos y va extendiéndose y esforzándose en gran manera, como vemos aquí.

La reforma hace las manifestaciones del nuevo nivel anunciando paso a paso el camino a seguir, de manera que el ideal de perfección va administrando los elementos necesarios de acuerdo con el momento.

Esto lo podemos interpretar del dialogo entre Moisés y Dios, donde dice que Moisés hablaba y Dios le respondía en voz, siendo la voz el elemento de predicación de los nuevos niveles, ya que ella encierra la facultad de transmitir el Verbo que es acción concentrada y lista a manifestarse y Moisés representa la ejemplarización.

20.- HABÍA PUES DESCENDIDO EL SEÑOR DIOS SOBRE EL MONTE SINAÍ, A LA CUMBRE DEL MONTE, Y EL SEÑOR DIOS LLAMÓ A MOISÉS A LA CUMBRE DEL MONTE Y SUBIÓ MOISÉS.-

Ahora vemos la idea del nuevo concepto de perfección manifestándose en esta altura que identificamos como el monte Sinaí.

En lo alto de esta cumbre espiritual vemos la idea de Dios como un concepto luminoso de grandes expectaciones y rodeado de infinidad de incógnitas que se interpretan de las nubes que rodean al monte.

En esos niveles de la conciencia se hace el llamado de los nuevos elementos que la reforma representa para el hombre, en este caso lo es Moisés, que sirve de vaso de actuación para estos hechos.

Al ver que Moisés sube al monte y tiene estos diálogos con Dios le coloca como concepto inspirado por el máximo sentimiento de perfección, dejándonos la oportunidad de aceptar como literales estos hechos y seguir sus indicaciones con el temor reverente del que teme la fuerza de lo impredecible de Dios y el castigo proveniente de su fortaleza como se dice literalmente en diversos pasajes, o podemos analizarlo simbólicamente y tomar la enseñanza que se deriva del mismo como algo grandioso y sorprendente que ha sido capaz de atravesar la barrera de los siglos y llegar hasta nuestros días, sirviendo bajo los efectos literales con la fuerza con que lo hemos visto hasta ahora en se comienza a perder fuerza ante la mente analítica del hombre de hoy, para abrir nuevos caminos en el orden simbólico con una profundidad y una grandeza comparable a los efectos que hemos visto en el monte que asombrarán a los que presenciaron la escena así como ahora asombra a los que hoy pueden penetrar esos caminos y ver la majestuosidad de esos conceptos gritando como trompeta simbólica dentro de nuestras conciencias y mostrando los truenos y relámpagos de nueva majestuosidad en un nivel diferente de la conciencia humana.

Todos estos pasajes los podemos asimilar con un nuevo sabor y una nueva vigencia que coloca este monte Sinaí que ahora se nos presenta actual y vigente desde un ángulo diferente visto con los ojos de una fe nacida de la comprensión de estos conceptos grandiosos en todo su esplendor.

21.- Y EL SEÑOR DIOS DIJO A MOISÉS: DESCIENDE, AMONESTA AL PUEBLO, NO SEA QUE TRASPASEN LOS LÍMITES A FIN DE LLEGARSE AL SEÑOR DIOS PARA VER Y CAIGAN MUCHOS DE ELLOS.-

Vuelve a establecerse la necesidad de que los conceptos de la reforma se acomoden a la altura del intelecto de las masas.

Al pedir que Moisés descienda al pueblo claramente está evidenciándose el hecho de que el pueblo no tiene la capacidad de escalar el monte para tener su encuentro con Dios en esos niveles por lo que se hace entendible a los participantes de esta encomienda que aquí se está representando.

La amonestación está bien clara de que no se traspasen los límites del monte para no perecer.

Con esto se nos está mostrando el error de muchos intérpretes de las escrituras que con sus interpretaciones se han ido más allá de sus posibilidades imponiendo cargas unas veces y otras eliminando conceptos que no han comprendido en toda su extensión.

Actualmente vemos que muchas de las interpretaciones de las tendencias religiosas existentes son el producto de estas transgresiones de los intérpretes de las escrituras. Se ha eliminado algunos de los preceptos por considerarlos inútiles, sin analizar sus significados simbólicos.

Otras veces han impuesto ritos y prácticas basadas en interpretaciones que claramente se ve que tiene que ser reanalizadas con la luz de la conciencia que el hombre ha adquirido en los últimos años y que muestra la luz errónea de la interpretación de unos hechos que se han interpretado literalmente. Hay otros que se han eliminado sin algo más elevado que lo sustituya para mantener la vigencia de profético que señala las escrituras para todo lo que ella contiene.

En estos pasajes podemos comprobar fácilmente el error constante al de acercarse a la altura de Dios sin tener la preparación y la revelación necesaria para hacerlo.

Esto ha ocasionado la caída de muchos de los que buscan a Dios, ya que han traspasado los límites de su capacidad, yendo más allá de lo que sus posibilidades le permiten.

No hay nada de las escrituras, por muy ilógico que parezca, que no tenga una interpretación adecuada, cambiando un simple hecho de naturaleza literal en una profunda enseñanza en el orden simbólico.

Ya lo hemos visto en las interpretaciones de preceptos que no parece tener ninguna relación con el tiempo actual, y que al interpretarlos toman un nuevo valor que supera con mucho su significado literal.

22.- Y TAMBIÉN LOS SACERDOTES QUE TIENEN ACCESO AL SEÑOR DIOS, SANTIFÍQUENSE, NO SEA QUE EL SEÑOR DIOS HAGA ESTRAGO EN MEDIO DE ELLOS.-

Todo concepto que haya adquirido carácter de sagrado, ha de ser revisado y analizado con el fin de purificar su condición con relación al momento en que sea puesto en práctica,

Los sacerdotes son el prototipo de conducta más elevada con relación a la conducta del hombre que busca a Dios.

Pero estos sacerdotes tienen su tiempo limitado, no sólo en el orden natural de las cosas establecidas por Dios, sino que en el orden espiritual también lo tienen.

Aquí vemos que se pide la santificación de los sacerdotes y hemos visto que la santificación es la depuración de las cosas que han sido introducidas dentro de lo puro. La pureza de los preceptos que las religiones predican a sus seguidores ha sufrido la mistificación de los intérpretes que han establecido las normas de conducta de los fieles de dichas congregaciones.

Han introducido, junto con la fe y el buen deseo de acercarse a Dios muchos errores. Estas leyes han introducido el producto de los temores de su ignorancia causada por los límites de su entendimiento.

De ello sacamos a conclusión que muchas interpretaciones que son motivo de confusión y duda de muchos fieles que tienen un reclamo intelectual más elevado del que se le exige abandonan su congregación y se pierden por los caminos del mundo, al encontrar predicados que

no encajan con su naturaleza lógica e intelectual.

Por eso vemos aquí, que los sacerdotes no se libran de esa santificación, como dando a entender que su carácter es, al igual que el del hombre regular, sujeto a errores y por lo tanto debe ser santificado a fin de mostrar su pureza ante Dios en el momento de recibir los dictados que la reforma señala frente al monte de Dios.

De esta forma se eliminan los estragos que podemos considerar como los resultados del error, o de la práctica no "santificada".

Es muy importante aclarar hasta la saciedad el significado de la palabra santidad, que comúnmente es confundida con un estado inalcanzable para el hombre, cuando en realidad es el verdadero estado del mismo ante Dios, ya que hemos visto varias veces el reclamo que se hace de que el hombre sea perfecto como Dios es perfecto.

23.- PERO MOISÉS RESPONDIÓ AL SEÑOR DIOS: EL PUEBLO NO PODRÁ SUBIR AL MONTE SINAÍ; PORQUE TU NOS AMONESTASTE, DICIENDO: SEÑALA TÉRMINOS AL MONTE Y SANTIFÍCALO.-

La manifestación del concepto de reforma a los reclamos del máximo ideal de perfección del cual provienen todos los mandamientos y leyes fue la ignorancia del poder escalar las alturas del espíritu en los momentos de recibir los nuevos dictados de la elevación que ahora estaba presentándose a la conciencia humana.

Esta amonestación o restricción de adentrarse dentro de los caminos misteriosos del Espíritu Santo señalado como la prohibición de escalar el monte santo, está establecido, según la reforma que Moisés representa, como un sello hacia esa posibilidad.

En ese precepto se estableció la santificación de los límites del monte como medida de prevención en aquellos que pudieran introducir mistificaciones dentro de los límites del Espíritu Santo.

De esta forma se cerraba la posibilidad de que el pueblo de los que siguen la idea de Dios pudieran alcanzar la altura que ahora Moisés sustentaba ya que el podía ascender sin temor a perder la vigencia, así como lo hizo en efecto.

24.- MAS EL SEÑOR DIOS LE DIJO: ANDA, DESCIENDE Y SUBIRÁS TÚ Y AARÓN CONTIGO; PERO LOS SACERDOTES Y EL PUEBLO NO TRASPASEN LOS LÍMITES PARA SUBIR A DONDE ESTÁ EL SEÑOR DIOS, NO SEA QUE HAGA ESTRAGO EN MEDIO DE ELLOS.

Ahora se establecen las condiciones que también la interpretación religiosa de los mandamientos tenga acceso al conocimiento de las cosas más elevadas, como dando a entender que las religiones tienen en sí la facultad de transmitir sus interpretaciones a los sectores menos capacitados del ser humano, contando entre estos a los sacerdotes, que son la interpretación del prototipo del hombre que busca a Dios de acuerdo con la religión que éste siga.

Observemos cómo en todo momento se pide el mantener los límites interpretativos de los aquí señalados como sacerdotes de manera que no vayan más allá de sus posibilidades.

Solamente Moisés, como señalado para alcanzar las alturas del espíritu en una manera efectiva, y siendo el portador de la suplantación del hombre irracional en racional, es el capacitado para recibir los dictados del ideal de perfección de una manera efectiva como señala este nivel que aquí interpretamos como el monte Sinaí.

Así mismo se pide que éste descienda al pueblo y no que el pueblo ascienda hacia éste, como dando a entender que el establecimiento de las cosas de dios se efectúe de arriba hacia abajo, o sea que son los ejemplos de los hombres de Dios los que van a mostrar a las conciencias menos elevadas los principios del Espíritu Santo llamando a las clases más bajas hacia las alturas del espíritu y no los ejemplos de los niveles más bajos los que le harán escalar hacia las alturas.

Esto parece no tener importancia, pero es la demostración, una vez más, de que los adelantos que el hombre recibe para hacerlo evolucionar, proviene de las alturas, de Dios para el hombre, por medio del hombre hacia el hombre, y no por el esfuerzo del hombre en su intento de escalar las alturas del espíritu.

25.- MOISÉS PUES DESCENDIÓ AL PUEBLO Y SE LO DIJO:

Una vez aclarado todo esto la reforma se va a hacer más accesible al pueblo preparando los caminos definitivos de la presentación de los mandamientos que Dios va a proclamar para el hombre en su hálito de vida ya que cada entrada de conceptos en la conciencia humana es una parte de ese hálito de vida que se está manifestando paulatinamente en el hombre hasta hacerlo acreedor a escalar a las alturas definitivas del Espíritu Santo.