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"Esta es una interpretación simbólica del libro del       "Génesis" 
Con ello no pretendemos crear discusiones. Solo buscamos mostrar el mensaje encerrado detrás de la letra en las escrituras, vista desde un punto de vista espiritual y simbólico...

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"G É N E S I S       X X V I I"

1.- Y ACONTECIÓ QUE CUANDO ISAAC ERA VIEJO, Y SE LE HABÍAN OFUSCADO LOS OJOS DE MODO QUE YA NO VEÍA, LLAMÓ A ESAÚ, SU HIJO MAYOR, Y LE DIJO: ¡HIJO MÍO! Y ÉL RESPONDIÓ: HEME AQUÍ.-

Lo viejo es lo próximo a desaparecer. Es la cercanía al final de una etapa. Isaac había ejemplarizado casi todo su recorrido. Su capacidad de captación de nuevas enseñanzas estaba perdida (esto es simbólicamente la pérdida de la visión) Su aspiración ideal estaba frustrada por el desvío de Esaú que se había extraviado por los caminos de Canaán al tomar sus mujeres. En este estado en que se encontraba transmitió a Esaú una encomienda o aspiración rectificatoria. Al responder Esaú: Heme aquí, simboliza deseo y propensión a un reclamo. La característica Esaú estaba propenso al cumplimiento de este último reclamo de Isaac su padre. Con este "heme aquí" hace patente su deseo de satisfacer el pedido de la raíz santa manifestada en Isaac en los momentos en que éste había llegado al final de su etapa vigente como tal.

2.- Y DIJO: HE AQUÍ, YO SOY YA VIEJO, Y NO SÉ EL DÍA DE MI MUERTE.-

Isaac hizo patente la comprensión de su vigencia estaba pronta a desaparecer y que su período de ejemplarización estaba terminando. Su ejemplo de conducta pasaría a lo ya ejemplarizado en su totalidad. La muerte simboliza lo ya terminado, lo que no ha de tener mas representación en la forma, lo pasado ya, sin repetición o vigencia posterior.

3.- AHORA PUES TOMA TUS ARMAS, TU ALJABA Y TU ARCO, Y SAL AL CAMPO, Y CAZA PARA MÍ ALGUNA COSA.-

Las armas son las posibilidades de captación o aprendizaje de los elementos del saber para defenderse de las tentaciones y de las confrontaciones con otros conceptos. Son los conceptos que protegen una manera de ver las cosas o sirven para combatir otras que ponen en peligro la propia. Son, en fin, las experiencias o los argumentos que defienden una posición ideal. Isaac reclamó de Esaú que usara de sus facultades y experiencias, los conceptos que él utilizaba para enfrentarse con la vida y para subsistir manteniendo su vigencia. Que captara del medio (el campo) algún conocimiento o respuesta con que alimentar su espíritu de la terrible ansiedad que tenía, motivado por la falta de Esaú al tomar hijas del pueblo de Canaán. Este simbolismo aseguraría la continuidad de Isaac en su camino hacia el cumplimiento de la promesa a través de su primogénito. Según la caza que le trajera éste, el ejemplo de conducta que le mostrara, le otorgaría la certificación de continuidad por bien ejemplarizado. Le daría su bendición, la certeza de estar acorde con los dictados del ideal de perfección que Isaac le transmitiera.

4.- Y HAZME MANJARES SABROSOS, COMO ME GUSTAN, Y TRÁEMELOS, PARA QUE YO COMA Y MI ALMA TE BENDIGA ANTES QUE YO MUERA.-

Las aspiraciones del concepto Isaac eran captar la posibilidad de que Esaú pudiera preparar manjares sabrosos, enseñanzas positivas. Así obtendría respuestas claras y precisas, experiencias acordes con el ideal de Isaac. De esta manera podría ver la capacidad de Esaú para poder alimentar su fe, su camino ideal que debía ser continuado para poder obtener la promesa de Dios. De esa forma, su alma, la parte del Espíritu Santo que él sustentaba estaría acorde en llamarlo bendito (bien actuado) por medio de los ejemplos que Esaú le mostrara antes de abandonar su posibilidad de seguir ejemplarizando en esa dimensión las actividades del Espíritu Santo en acción.

Este simbolismo deja bien claro asentado el hecho de que cada partícula de Lo Mesiánico fue mostrada de fe en fe. Cada personaje de Biblia que lleva la responsabilidad de continuar mostrando la promesa del Espíritu Santo, mostrando solo un paso de la fe que va siendo escalada poco a poco en cada uno de ellos. Ninguno recibió la medida completa de LO MESIÁNICO, sino fragmentos del mismo, teniendo una vigencia limitada, de manera que los postreros confirman o invalidan los pasos de los primeros al mostrar exigencias de fe más elevadas y avanzadas. Desde el altar de piedra, los sacrificios de animales, hasta el altar de la conducta fiel y el sacrificio del cuerpo de la carne con sus deseos mundanos en aras de un ideal de perfección y amor reclamado por el alma en su deseo de encontrar a Dios en el corazón. Todos los pasos muestran el Espíritu Santo pero siempre de acuerdo con la medida de la fe que cada uno de ellos había adquirido y debía mostrar. El sacrificio de un cordero en el altar ante el tabernáculo, tiene el mismo valor en la formación del hombre que el sacrificio de su vida que hace el religioso ferviente guiado por su fe y su capacidad. Cada cual da de lo que tiene su aporte. Cada etapa tiene su caudal de conocimiento, su capacidad y facultad de captación.

Para el alma simple la idea de la existencia de potestades superiores múltiples (símbolo de los dioses) fue un paso de avance para su tiempo y nivel. Creer en múltiples dioses es un adelanto para el incrédulo. Aquello era lo positivo para aquella etapa, como lo es hoy para el que no tiene fe el creer en cualquier cosa que sea capaz de transmitirle confianza y deseo de dedicarse a ello. Pero esto, lejos de ser una simpleza, adquiere una nueva vigencia ante la interpretación simbólica de esos hechos, ya que la realidad de hoy, es lo simbólico de mañana, pero hoy está detrás de lo que conocemos como la vida. Como la luz estaba detrás del velo en el santuario que Moisés erigiera en el desierto para adorar a Dios en ese estado. Esta luz cegaba a todos los que la miraban. Pura simbología para señalar la luz del conocimiento que no puede ser vista hasta que no se trascienda el velo, y para ello solo los elegidos pueden lograrlo. Y esa es la luz que irradiaba del rostro de Moisés cuando descendió del monte con las tablas de la ley en sus manos, acuerdo con la mentalidad de los hombres de aquella época.

El reconocimiento de los dioses múltiples del ayer, simboliza el reconocimiento de las potestades espirituales de hoy. La fuerza de las filosofías que gobiernan y dirigen a sus seguidores, siendo como dioses para aquellos que las siguen y sacrifican sus vidas cuando así le reclama ese altar de sus aspiraciones. Cada etapa un reclamo. Cada actuación conlleva la interpretación de un símbolo, una manifestación del mundo ideal a interpretarse para descorrer, velo tras velo, fe tras fe, dejando ver la forma de lo real o tal vez lo infinito y profundo de las riquezas y sabidurías de Dios. Con la petición de la casa de Esaú para satisfacer el reclamo de su padre, éste intentaba darle a su hijo nuevos conocimientos, nueva fe para continuar el camino que él tenía señalado y que ya llegaba a su fin. Pedía nueva vigencia para su espíritu, esto es el simbolismo del manjar sabroso para que su alma pudiera bendecirlo, certificarlo como bien ejemplarizado al cumplir la promesa del padre.

5.- Y REBECA ESTABA ESCUCHANDO MIENTRAS HABLABA ISAAC CON ESAÚ SU HIJO. Y SE FUE ESAÚ AL CAMPO A CAZAR ALGO PARA TRAÉRSELO.-

Pero las leyes y oportunidades de actuación que el concepto Isaac tenía asignadas (simbolizado por Rebeca) estaban activas, recibiendo todos los cambios que el medio proporcionaba. Estaba tomando conciencia con los sucesos que se desarrollaban entre la idea Isaac, y la nueva idea que debía continuar los caminos o misión de la otra, Esaú. Al percibir esta forma de esperanza vana que le mostraba Isaac, se enfrentó a su existencia, al medio en que se desenvolvía, simbolismo del campo, a fin de captar conceptos nuevos. Salió a buscar aprendizajes y experiencias con que preparar el majar sabroso que el espíritu de Isaac su padre le pidiera, Éste aguardaba la muestra de las facultades de Esaú en captar las enseñanzas que le estaban asignadas desde los lomos de Isaac, ya que éste representaba al pueblo de Israel en formación para señalarlo como bendito, apto para ser copiado, ejemplo fiel del ideal que él perseguía, escalón de LO MESIÁNICO. Muchos de estos símbolos se utilizan diariamente y a veces no nos percatamos de ello. Cuando algo no sale de acuerdo con lo planeado, decimos maldito, no salió bien. Así mismo, cuando algo sale perfecto, decimos bendito sea, salió bien. La demostración de Esaú, debía proporcionarle el título de bendito. Debía hacerlo capaz de continuar la obra que Isaac sustentaba.

6.- ENTONCES REBECA HABLÓ A JACOB SU HIJO, DICIENDO: HE AQUÍ HE OÍDO A TU PADRE QUE HABLABA CON ESAÚ TU HERMANO, DICIENDO:

Rebeca simboliza uno de los pasos de la gracia. Así como la ley se muestra paso a paso, lo mismo ocurre con la gracia que se va estableciendo paso a paso. Con cada decepción de la ley, se hace manifiesto un paso de la gracia pues muestra el resultado de la otra.
  • La ley son las exigencias ante lo desconocido que trata de controlarse por medio de prohibiciones.
  • La gracia es la voluntad nacida de la comprensión de un hecho ya experimentado.
  • Por lo tanto, es necesario practicar la ley para que se pueda ver los efectos de la gracia producto de dicha experiencia.
  • La ley son los brazos y los pies del hombre.
  • La gracia es la cabeza
  • .
Isaac obró con sus inclinaciones y deseos, simbolizado por el corazón, moviendo sus pasos hacia Esaú a pesar de su conexión con las hijas de Canaán que simbolizaban las inclinaciones y deseos del mundo. Rebeca se inclinó hacia Jacob, el que debía suplantar a su hermano. "Su nombre, traducido, quiere decir suplantador. Éste debía seguir el simbolismo manifestado en los pasajes donde dice que había nacido asido al calcañar de su hermano, simbolizando que detendría los caminos del hermano. "Un lazo le prende el calcañar y se apodera de él la trampa" (Job 18:4) "El que come de mi pan, alzó contra mí el calcañar" (Sal 41:9) Jacob iba a detener a Esaú en los pasos encaminados a llevar la raíz santa hacia los caminos de Canaán, mezclando así los frutos. Por esto le suplantó:

En su primogenitura. Con un plato de guiso rojo (representación de los bienes materiales, el fruto del árbol del bien y del mal, la duda, la ley)
En la bendición, con la ayuda de la ley, Rebeca, en su estado más bajo, ya que sería la mediadora del mundo para colocar al menor, sobre el mayor.

A Israel contra el mundo. Mostrando a Israel como el bendito para ser sacerdote después de cambiar su nombre de Jacob a Israel. Esta es la confrontación que está representada entre la corriente religiosa que tiene ritos y liturgias copiadas de los pueblos de la tierra en sus formas de adorar a los múltiples dioses, contra la forma escalonada de alcanzar la gracia por medio del destronamiento de la ley. Este simbolismo es difícil de captar y aún más, de aceptar, ya que simboliza el abandonar los caminos del primogénito del hombre, representado por Esaú que simboliza la forma primera de adoración por medio de ritos simbólicos, para coronar al primogénito de Dios, al producto de la unión de Israel con el esposo que le engendraría su Espíritu Santo para mostrar LO MESIÁNICO.

7.- TRÁEME CAZA, Y HAZME MANJARES SABROSOS PARA QUE YO COMA Y TE BENDIGA DELANTE DEL SEÑOR DIOS, ANTES DE MI MUERTE.-

Rebeca la ley o medio donde se practica el concepto Isaac, mostró a la descendencia suplantadora (Jacob) el propósito del concepto vigente de la raíz santa de transmitir la línea de continuidad Mesiánica de la promesa al concepto que había desviado el propósito original de la misma de mantenerse pura (Kosher) estos es, a Esaú, el cual había mancillado la descendencia al unirse a la hijas de Canaán, simbólicamente el medio de conducta del mundo motivado por la carne. Esaú estaba señalado para producir experiencias y enseñanzas acordes con el ideal de perfección (simbólicamente producir manjares sabrosos al espíritu) de manera que Isaac, el peldaño existente para alcanzar LO MESIÁNICO, le otorgase la aprobación (su bendición) señalándolo como bien ejemplarizado. Este era el encargo que Isaac había encomendado a Esaú para obtener la prueba de que éste podría enfrentarse al mundo y ser capaz de producir conceptos que alimentaran el espíritu de los buscadores de la vigencia santa al igual que él que ahora necesitaba de esos manjares sabrosos antes de terminar su recorrido. Estos pasajes son una muestra contundente de la dirección que debe seguir la raíz santa, que siempre está enfrentando la tentación de desviar el camino por falta de visión de los encargados de transmitir la promesa.

8.- AHORA BIEN, HIJO MÍO, CONFORME A LO QUE TE VOY A MANDAR.-

La comunicación o predicación del medio (Rebeca) manifestó el sentimiento de que Jacob, la suplantación preparada por Dios desde antes de ser concebidos los dos caminos indicados para mostrar los efectos de la raíz santa, debía seguir las indicaciones del tipo de conducta que le haría estar acorde con el ideal que habría de recibir la confirmación o bendición de Isaac, en este caso un concepto carente de visión de las cosas futuras.

9.- RUÉGOTE QUE VAYAS AL REBAÑO, Y ME TRAIGAS DE ALLÍ DOS CABRITOS BUENOS; Y YO TE HARÉ MANJARES SABROSOS PARA TU PADRE, COMO A ÉL LE GUSTA.-

De los conglomerados de ejemplos que pertenecen al núcleo que ellos representan (la raíz santa) debía seleccionar Jacob dos actitudes acordes a su principio [ara que la oportunidad de actuación o circunstancia reinante las moldeara, (depuración por experiencias) (cocinarlo) De esta forma haría aceptables y apetecibles los principios (manjares sabrosos) aptos para ser copiados por el espíritu. El rebano, como hemos señalado anteriormente, son los ejemplos de las doctrinas que reúnen seguidores a ellas y que forman parte de las filosofías generales que les agrupa. Los judíos, los católicos, los protestantes, los musulmanes, etc.; en fin todas las doctrinas que tienen a Dios como única meta, son el rebaño del Espíritu Santo que pastan bajo el mismo pastor y pertenecen a un rebaño común. De ese rebaño partieron los ejemplos, que en ese ámbito espiritual, la ley convertiría en manjares deliciosos. Son los ritos y liturgias de esas comunidades las van a tratar, inicialmente, de atraer a Isaac (representante del alma del hombre en evolución) hacia los caminos no contaminados con las hijas de Canaán, el mundo. Arrancarlo de las manos de Esaú, el mundo religioso contaminado con las practicas idolátricas, para entregarlo en las manos de Jacob (las religiones sustitutivas) para luego convertirlo en Israel, el cual sería engendrado entonces por el Espíritu Santo en una causa común a todos y lejos de las hijas de Canaán, la tradición carnal del mundo.

10.- Y LOS LLEVARÁS A TU PADRE, PARA QUE COMA Y TE BENDIGA A TI ANTES DE SU MUERTE.-

Estas agradables características de actuación son las leyes que surgen de las influencias de la raíz santa, representada en esta etapa por Rebeca. Ésta estaba preparando las condiciones propicias para eliminar influencias externas (hijas de Canaán) dentro de los caminos de la raíz santa. Esaú había tomado ya hijas de Canaán y estaba influenciado por las actitudes de la carne. Rebeca tenía que servir de rectificación en la suplantación que debía producirse antes de la eliminación de la vigencia de los conceptos representados por Isaac como continuador y descendiente de la raíz santa. Los manjares sabrosos iban a ser los conceptos estimulantes y gratos que prometerían satisfacción y alimento al espíritu ansioso de Isaac, representando al hombre en evolución. Rebeca sería el instrumento de juicio utilizado por el Espíritu Santo para producir el cambio. NOTA: El Espíritu Santo en su forma simple es llanamente la inclinación del espíritu hacia todo lo que es ideal. Lo por venir esperado. De esta forma, el espíritu inmundo (que significa el espíritu en el mundo) es la inclinación al placer, lo momentáneo. Sin mas esperanza, sin reparar en orígenes ni metas. Las intenciones perseguidas por Rebeca eran movidas por el Espíritu Santo. Su intención era ideal, perseguía el futuro, la pureza de la raíz santa que se perdería en diluciones si Esaú, con sus influencias de las hijas de Canaán, tomaba la responsabilidad de continuar los caminos de la promesa que Isaac ahora sustentaba.

11.- PERO JACOB DIJO A REBECA SU MADRE: HE AQUÍ QUE ESAÚ MI HERMANO ES HOMBRE VELLUDO, Y YO, HOMBRE DE PIEL LISA.-

El pelo dijimos simboliza aguante, resistencia, posibilidad de resistir presiones externas. Son los argumentos con que combatir los debates haciendo estériles las amenazas externas y protegiendo el ideal, si es que lo hay, de los roces con otras ideologías. Con esto se da a entender que la característica Esaú, lo mostraba con grandes posibilidades de lucha y resistencia. Con una apariencia definida que lo señalaba desde su nacimiento como lleno de experiencias dentro de su categoría (era hombre velludo) El mundo tiene una frase popular para señalar esta característica. Se dice que el que tiene fortaleza para luchar es: HOMBRE DE PELO EN PECHO. En cambio, él, Jacob, no estaba definido. No tenía una filosofía ni una característica de combate o comparación que lo hiciera fuerte en su apariencia o infundiera respeto. Su condición lo mostraba como débil y falto de vigor. En cambio, Esaú, lucía vigoroso y potente, lleno de fuerza y poder, simbolizado por su pelambre. Esta es la comparación de las cosas del Espíritu que lucen débiles y faltas de base y vigor combativo en comparación con las cosas del mundo y sus riquezas y poder efímero, que parecen ser impenetrables e invencibles.

12.- QUIZÁ ME PALPARÁ MI PADRE, Y SERÉ EN SU CONCEPTO COMO QUIEN SE BURLA DE ÉL; ASÍ TRAERÉ SOBRE MÍ MALDICIÓN, Y NO BENDICIÓN.-

De esta forma temía Jacob que al analizar Isaac su característica por medio de las comparaciones, definiera su manifestación como falsa y que trataban de introducir una representación de menosprecio quitándole importancia y respeto (burla) que lo haría decretarlo como maldito (mal ejemplarizado) no acorde con el ideal de perfección que se está buscando. En fin, que le quitaría su certificado a aprobación como acorde con el ideal que se persigue (la bendición)

13.- Y LE DIJO SU MADRE: SOBRE MÍ RECAIGA TU MALDICIÓN HIJO MÍO: OYE TAN SOLO MI VOZ, Y ANDA, TRÁEMELOS.-

Estos pasajes son una representación simbólica de los primeros pasos de la ley que toma la característica de concepto ideal cambiando la forma externa de las cosas para representarlas como internas y verdaderas. Señalar la ley como forma definitiva mostrando lo visible como forma de lo invisible tratando de eliminar las desviaciones que pugnan por establecer la carne como la naturaleza propia del hombre verdadero a imagen de Dios. El medio u oportunidad de actuación (Rebeca) tomó las características necesarias para mover a Jacob a tomar la determinación que le exigían las circunstancias. Asumió la responsabilidad de lo que la genealogía le dictaba. La prédica que este medio le mostraba le ordenaba seguir un camino que culminaría con la suplantación de Jacob (espíritu suplente) por Esaú (individualismo de la carne) Así, Rebeca, la ley o base de actuación dentro de la gracia de esta etapa, forzó los hechos para preparar las condiciones del suplantador de Esaú; el que a pesar de contar con los elementos de combate y de resistencia para el debate (por su condición de velludo) había seguido los caminos de Canaán. Su intención buscaba los caminos de la carne sin detenerse en consecuencias. Su calcañar estaba inclinado hacia el mundo (era rojo) la ley, la tierra, en vez de tener un ideal azul (símbolo del cielo)

14.- FUE PUES JACOB, Y LOS TRAJO A SU MADRE, E HIZO SU MADRE MANJARES SABROSOS, COMO LE GUSTABAN A SU PADRE.-

El concepto Jacob se inclinó hacia las prácticas del medio que lo había formado (Rebeca) que le pedía y que por fin le hizo ejemplarizar los conceptos que el eran afines a su padre Isaac (manjares sabrosos) grabándolos en su forma de enseñanza, demostrando que tenía la misma intención que él, alcanzar la promesa, el camino de la raíz santa. Estos sucesos son un recuento de la conducta que sigue el espíritu del hombre que no tiene una formación definitiva en su conducta. Él es moldeado por el medio en que habita y que le da su naturaleza, preparando las condiciones para su mejoramiento y redención de las imperfecciones e inclinaciones carnales que tienden a desviarle de los caminos del Espíritu Santo de Dios por medio de los reclamos que su naturaleza tradicional le impone (La madre representa la tradición o condiciones propias para mostrar nuevos caminos al espíritu del hombre)

15.- ENTONCES REBECA TOMÓ ROPAS DE ESAÚ, SU HIJO MAYOR, LAS MÁS PRECIOSAS QUE TENÍA CONSIGO EN LA CASA, Y CON ELLAS VISTIÓ A JACOB, SU HIJO MENOR.-

Tomando de las apariencias externas del concepto Esaú y su imagen (Esto es, la imagen que él pretendía ser) los ejemplos más atrayentes que representaban a Esaú, y con esos elementos suplantó en Jacob la imagen de Esaú. Rebeca hizo a su vez una imagen que representaba a Jacob como Esaú. Esta es una transformación que adquiere un medio que siente que los valores positivos se han perdido y se desea continuar los caminos de la raíz santa, los ejemplos del hombre perfecto, tomando los valores que destacan al hombre del mundo y vistiendo con ellos al nuevo hombre que se pretende formar como figura representativa del futuro prometido como galardón al mérito. Podemos ver aquí la representación que hacen las religiones (que fungen como madre de la nueva criatura) de la imagen de Dios en el hombre. Tienen todas las características externas de la forma, pero el fondo es el del suplantador, la nueva criatura que intentan crear. Por fuera muestran la forma de las cosas de Dios, como si fuera Esaú, o el hombre natural, pero por dentro está Jacob, la suplantación de los valores presentes por los lugares más elevados del futuro espiritual. Falta solamente la mano de Dios para hacer que Jacob se convierta en Israel.

Este intento también simboliza una de las muertes de Canaán, ya que cada vez que ocurre un hecho que cambia la trayectoria de la vida y las características del hombre, se produce el asesinato o la muerte de una de las dos tendencias. El simbolismo de Caín matando a Abel, es la eliminación del bien y la instauración del mal. A su vez, hechos como el diluvio, donde tiene participación la intervención de Dios, es la eliminación o muerte de Caín. En Lamec (la astucia) hijo de Caín, setenta veces siete ocurre esto, como elevando las posibilidades del mal a niveles increíbles. En este caso, Rebeca, cambia la ruta genealógica de la raíz santa. Efectúa la suplantación de Jacob por Esaú, buscando la confirmación de Isaac para que le otorgue la bendición a Jacob en lugar de a Esaú. Este hecho estaba programado desde la lucha de las dos tendencias en el vientre de su madre, símbolo de gestación tormentosa, con el nacimiento de Jacob asido al calcañar de Esaú; manifestando en este hecho la detención o tropiezo de Esaú. Esto con el fin de detener los caminos de Canaán injertados en éste por medio de las mujeres que tomó (las hijas de Canaán)

16.- Y LAS PIELES DE LOS CABRITOS SE LAS PUSO SOBRE LAS MANOS, Y SOBRE LA PARTE LISA DE LA CERVIZ.-

La piel del cabrito simboliza la simulación de la obediencia que puesta sobre sus manos representa que cubría su actuación. Manifestaba una apariencia distinta a la que sustentaba en realidad. Esto mostraba a Jacob ante su padre como si fuera Esaú. Y así mismo, de esta forma, cubrió su cerviz. Esto simbolizaba obediencia de cordero, como mostrando que él era la caracterización de Esaú en su manifestación plena como cordero dócil a su mandato. Esto lo hacía con la idea de suplantarlo en la herencia de la promesa de la raíz santa que Isaac su padre sustentaba. En esta misma forma las religiones toman la característica de lo verdadero, mostrando el ropaje de cordero, con el fin de emprender el camino hacia la promesa, por medio de la suplantación de la libertad por leyes (símbolo de Jacob) ya que éste estaba administrado por su madre. Jacob ocupa ahora el puesto de la ley, y solo hasta que logre tornarse en Israel, es que se convierte realmente en el camino de la promesa, pues se libera del cuerpo de pecado en la lucha que sostiene con el hombre. Así, el ritual tomó el lugar de lo verdadero. Será entonces la intervención de Dios para herir el tendón del muslo (la fuerza de la carne) para que Jacob se torne en Israel. Esto solo para los entendidos.

17.- LUEGO PUSO LOS MANJARES SABROSOS Y EL PAN QUE HABÍA APAREJADO, EN MANOS DE JACOB SU HIJO.-

Después representó los ejemplos de conducta placentera y las enseñanzas que había adquirido, sobre la actuación de Jacob para utilizarlos como elementos de intercambio terminando así de preparar a Jacob son una copia perfecta de Esaú en todas sus características externas. Estos manjares sabrosos son los elementos agradables que se muestra a los fieles como la verdadera razón de la búsqueda de la promesa que junto con el pan preparado para ese propósito, que son los elementos doctrinales o enseñanzas interpretativas de lo que se pretende mostrar como lo verdadero es lo que se incorpora a la conducta ideal que se establece.

18.- EL CUAL FUE A SU PADRE, Y DIJO: ¡PADRE MÍO! Y ÉL RESPONDIÓ: HEME AQUÍ: ¿QUIÉN ERES HIJO MÍO?

En estas circunstancias se presentó Jacob (la suplantación) a juicio ante el patrón ideal que lo había formado. Llevaba todas las apariencias nuevas que su medio de actuación (Rebeca) le había preparado. Así, hizo un llamado, una apelación, o intercambio para recibir una reacción analítica positiva. Ahora el concepto original de la raíz santa (Isaac) debía determinar de dónde procedía aquel llamado o pedido, ya que él estaba en disposición de poder atender a todas las pruebas que se le presentaran. Las religiones, una vez vestidas con todas las características de lo verdadero, estaban listas para suplantar el camino de la promesa, ahora Esaú según el padre, herido como estaba por Caín por las flechas de la serpiente, las leyes de Canaán, simbolizado por las mujeres que había tomado Esaú. Estos rejuegos parabólicos, los veremos en los escritos de los profetas usados con tanta liberalidad, que a veces resulta imposible de detectar en su verdadera esencia..

19.- Y DIJO JACOB A SU PADRE: SOY ESAÚ, TU PRIMOGÉNITO; HE HECHO COMO ME DIJISTE: LEVÁNTATE, TE RUEGO, SIÉNTATE, Y COME DE MI CAZA, PARA QUE ME BENDIGA TU ALMA.-

Esa fue la representación de Jacob ante el ideal que lo había formado. Se mostró con todas las características externas de Esaú como si él fuera el primogénito. Se mostró lleno de protecciones y leyes (velludo, con la piel del cordero) reclamando ser el primogénito o la primera representación de la promesa que primero Abraham y después Isaac habían recibido. Manifestó haber llevado a cabo la encomienda recibida. Éste le pidió que tomase la altura necesaria. Que se estableciera allí y que analizase los ejemplos que él estaba representando a fin de recibir la certificación de estar bien ejemplarizado, acorde con el ideal exigido. De acuerdo con la porción del Espíritu Santo que Isaac sustentaba (su alma) Así pretendió que le dieran a él la encomienda de llevara cabo el establecimiento del pueblo de Dios, la viña del Señor.

20.- ENTONCES DIJO ISAAC A SU HIJO: ¿CÓMO ES QUE LA HALLASTE TAN PRONTO HIJO MÍO? Y ÉL RESPONDIÓ: PORQUE EL SEÑOR ME DEPARÓ BUEN ENCUENTRO.-

La reacción de Isaac fue de sorpresa al haber tenido su hijo resultados positivos en tan corto plazo de traer los manjares sabrosos (ejemplos trascendentes y agradables al espíritu) La respuesta de Jacob fue: Con la ayuda del ideal de perfección que fue tu Dios, tu aspiración más elevada, fue que lo hallé. Con la ayuda del YO SOY trascendente logró alcanzar los ejemplos edificantes, que son la porción del Espíritu Santo que necesitaba para hacer los manjares sabrosos para el alma. Este es un encuentro de una etapa con otra que intenta cambiar el derrotero equivocado que se muestra como pérdida de la conciencia divina. A través de la historia de la humanidad en su intento por alcanzar los niveles más elevados del Espíritu, siempre surge la intervención del medio para darle forma a la nueva criatura, de manera que aunque los elementos filosóficos existentes hayan perdido la visión del verdadero camino, la tradición, logra preparar una salida a través de una suplantación de elementos que sustituyen las viejas aspiraciones por unas nuevas y de más intención evolucionante. Isaac es el viejo elemento filosófico que ha perdido la visión de la nueva criatura, Rebeca representa el medio tradicional que tiene inclinaciones evolutivas y Jacob representa el concepto o visión ideal temporal que va a sustituir los viejos dictados por unos más acordes con el ideal de perfección. Esta lucha tiene lugar a través de los siglos y se manifiesta, una y otra vez, cada vez que el hombre pierde la visión de la promesa divina.

21.- DIJO ADEMÁS ISAAC A JACOB: LLÉGATE ACÁ Y TE PALPARÉ, PARA VER SI ERES EN REALIDAD MI HIJO ESAÚ O NO.-

Vuelve a manifestarse la duda en Isaac haciendo el reclamo de una nueva evidencia. Procede a poner en práctica la representación que le mostraban poniendo su actuación sobre los acontecimientos que se presentan como derivados del intento que éste sustenta. Poner las manos, palpar, tocar, simboliza participar, tomar una actitud comparativa o de comprobación por medio del uso o copia de lo palpado. Es una visión interna de las cosas, la comprobación de un hecho del que se duda cuando no se tiene una visión cierta del mismo. Las manos simbolizan la actitud, los ejemplos de conducta, la disposición a tomar acción en un hecho. La duda de Isaac (la vieja filosofía decadente) queriendo comprobar si esta representación que presiente pertenece a la idea de continuidad del camino ideal que éste tiene, pide una comprobación más cercana, algo palpable en que creer. Los sentidos simbolizan la captación de lo externo. Así como los sentidos transmiten al cuerpo material las reacciones del medio físico, existen los sentidos espirituales que forman sus contactos sensoriales por medio de las cosas del espíritu. Esos símbolos los vemos usados en la Biblia constantemente.

22.- LLEGÓSE POR TANTO JACOB A SU PADRE ISAAC, EL CUAL LE PALPÓ Y DIJO: LA VOZ ES DE JACOB, PERO LAS MANOS, MANOS DE ESAÚ.-

Al legar al punto comparativo donde Isaac habría de reconocer a su descendencia, la manifestación dejó saber lo que había palpado, lo que había experimentado. 'La predicación que surgió de esta comparación o prueba, señala que los predicados son predicados de suplantación (voz de Jacob) pero los hechos son los mismos que Esaú. Esto manifiesta simbólicamente el hecho de que la ley ordena un cambio de actitud, pero su actuación es similar a la del pecado. Dicho simplemente: Se dice una cosa, pero se hace otra. Las religiones dicen una cosa, pero hacen lo mismo que niegan. Aquí se manifiesta claramente el simbolismo de las apariencias externas de las cosas, donde hay ejemplos que lucen pertenecer a una manera de ser, pero enmascaran a otra. "Los profetas profetizaron a Baal y se fueron tras las cosas que no aprovechan." (Jer 2:8) "Desde el profeta hasta el sacerdote cada uno practica el engaño. (Jer 6:13) "El Señor pues me respondió: Los profetas profetizan mentiras en mi nombre; no los he enviado, y nada les he mandado decir; visión mentirosa y adivinación, y una nada, y el engaño de su mismo corazón es lo que ellos profetizan. (Jer 14:14) Y a todo esto podríamos decir: Hablan como Jacob, pero actúan como Esaú pues los cubre el mismo vello. El oído: es la referencia que se tiene de las cosas. Es el medio de captación de nuevos conceptos y la manifestación de obediencia a lo captado. El tacto: Es la sensación externa de las cosas, la aceptación de la apariencia de esas cosas, tomando o aceptando la forma externa de estas, aun sin comprender o ver el fondo de las mismas.

23.- Y NO ACERTÓ A CONOCERLE; PORQUE SUS MANOS ESTABAN VELLOSAS, COMO LAS MANOS DE ESAÚ SU HERMANO; Y ASÍ LE BENDIJO.-

No pudo captar el fondo de las cosas, la actuación de Jacob le confundió pues era la misma de Esaú, tenía sus mismas características. Jacob se le presentó con la misma apariencia externa de las cosas. Cubierto de leyes y conceptos de debate (velloso) que hicieron que Isaac lo considerase como bien ejemplarizado, bien dicho. Su posibilidad de actuación en lo externo, era similar a la de Esaú, aunque su base de predicación era una suplantación (era Jacob) Cuando es necesario cambiar la forma de conducta del hombre que tiene señalada la sustitución del hombre que tiene la ruta de la fe distorsionada por haber introducido principios de la carne dentro del camino de la promesa, es necesario presentar al nuevo hombre con las características externas del anterior, de manera que la tradición no sospeche el cambio y reconozca como verdadero al nuevo hombre que se le muestra, aunque en el fondo no tenga la misma intención que hizo que se perdiera el camino del primero. Estos pasajes son un ejemplo de cómo hay que obrar a la hora de mostrar los cambios, donde se debe manifestar externamente una conducta aunque en el fondo yazca la forma nueva y cierta de las cosas que han de sustituir al viejo hombre por uno nuevo, listo para el cambio.

24.- EMPERO LE DIJO: ¿ERES TÚ EN REALIDAD MI HIJO ESAÚ? Y ÉL RESPONDIÓ: LO SOY.-

Siempre habrá una manifestación de duda en la tradición que quiere confirmar que los valores ansiados y preferidos son los que se buscan. Es el deseo de estar seguro que Esaú, lo externo ya caduco está siendo motivo de herencia y que no es la sustitución (Jacob) la que está reclamando la certificación de lo correcto. El relato bíblico es una representación de lo que el hombre es en oposición de lo que deberá ser. Es por eso que aunque los hechos parezcan simples pero difíciles de imaginar que algo así sea importante, como el hecho de que un padre no reconozca a un hijo por estar disfrazado con una simple piel de cordero, nos muestra que esto es así. Estos simbolismos los veremos posteriormente interpretados por las generaciones siguientes como enseñanzas profundas y vigentes para todas las épocas, de acuerdo con el progreso de la mente humana. Los profetas y los salmistas abren infinidad de sellos al conocimiento del alma del hombre con sus profecías llenas de simbolismos interpretativos. En este símbolo, vemos representado al hombre natural (Esaú) vencido por las fuerzas de Canaán (sustituto simbólico de Caín) que, a su vez, ahora, es sustituido por Jacob, un sentimiento gemelo, nacido de la misma concepción, y que desde su origen fue concebido para ocupar la posición de Esaú (símbolo de estar asido al calcañar de éste desde el vientre materno) que ahora toma sus mismas características para hacer su suplantación en el camino de la promesa. Otra muestra simple e ingenua, pero que aporta un caudal de meditaciones a los escudriñadores de las escrituras por medio de las alegorías parabólicas que yacen detrás de estos sucesos.

Dos hombres nacen de esta tierra.
El primero pierde el camino, al igual que Caín.
El segundo, al igual que Abel, es suplantado por Seth, toma el lugar de los que siguen a Dios, en el simbolismo de Israel,

Parece que una cosa no tiene relación con la otra, pero en la Biblia, todo guarda relación directa y se engrana suavemente, como las piezas de una maquinaria hechas a perfección para su fin determinado. Con Israel sustituyendo a Jacob, empieza el camino de la muerte de Caín (setenta veces siete) y la manifestación de la gloria de Dios en el hombre que ha de nacer de sus entrañas. Israel es la imagen mesiánica para el hombre. Es la virgen de la que nacerá el Hijo de Dios.
De esta imagen del Mesías que es Israel, nacerá el hijo que mostrará la plenitud del hombre en su forma verdadera, No su característica animal y destructiva, sino la característica espiritual, que al no estar movida por los instintos pasionales de la carne, mostrará los sentimientos encerrados en el Espíritu Santo que Dios le asignara en el día de la creación. Ese es el hálito de vida que Dios le insuflara al hombre en sus narices olfateadoras y curiosas.

25.- DIJO POR TANTO: ACÉRCAMELA Y COMERÁ DE LA CAZA DE MI HIJO, PARA QUE LE BENDIGA MI ALMA. Y ÉL SE ACERCÓ Y COMIÓ; Y LE TRAJO VINO, Y BEBIÓ.-

Y su manifestación de aceptación fue plena. La suplantación anunciada desde el simbolismo de venir Jacob asido al calcañar de su hermano, se cumple ahora con la ofrenda de Jacob aderezando los cabritos con la ayuda de su madre (las leyes de la raíz santa vigentes aún) En este simbolismo está reflejado el camino de Jacob como el alma del hombre en su lucha con su cuerpo de pecado por alcanzar la promesa de vida. Esto revestido de conceptos y leyes rituales, representado por la piel que le haría velludo como su hermano. Es la ley (Rebeca) la que manifestará la acción del pecado al quedar manifiesto como tal. Esto será patente en la suplantación hasta que alcance la gracia. Todo con la bendición de Isaac, manifestándolo como verdadero en el camino de la promesa. Jacob, pues, atentó contra la carne (representado ahora por Esaú en su unión con las hijas de Canaán) tomando sobre sí la forma que la ley le mostró para mostrar el camino de la promesa. Le disfrazó como su hermano. Hizo al hombre religioso igual que el hombre del mundo. Le vistió con las mismas características de actuación externas que éste. Jacob representaría la actuación de la ley, ejemplarizaría los mandamientos, primero: literalmente como Jacob, por medio de ritos y liturgias. Después se mostrará como Israel con la ley escrita en el corazón para mostrar la forma de lo mesiánico. El Emmanuel del que habla el profeta Isaías que ha de nacer de esta virgen. Jacob se convertirá en Israel. Otro simbolismo posterior, siendo ahora un sustituto externo de Esaú para detener los caminos de éste. En este nuevo Seth, que ahora es Jacob, los hombres comenzaron a llamarse de nuevo del camino del Señor Dios, como dice la Biblia en el principio con respecto de Enós hijo de Seth, sustituto de Abel.

26.- ENTONCES LE DIJO ISAAC SU PADRE: ACÉRCATE Y BÉSAME, HIJO MÍO.-

La manifestación de Isaac ante este hecho fue la de tener una prueba de identidad (esto es el simbolismo del beso) una muestra de afinidad, relacionando a Jacob con su ideal de perfección. Esto es el sentimiento de afinidad que espera tener la tradición con los sentimientos primarios señalados por Esaú como la perfecta continuidad de su vigencia. Cuando la tradición establece un sentimiento de trascendencia hacia los niveles futuros, trata de sostener las raíces que hincaron el campo por primera vez como las verdaderas ya que por este medio se intenta confirmar la voluntad como el valor verdadero sin tener en cuenta las circunstancias que cambian los acontecimientos de acuerdo con la voluntad del creador supremo. Isaac (representando la tradición) muestra su inclinación hacia lo que su voluntad y deseo le señalan, buscando en Esaú la respuesta a sus intenciones de continuidad, sin poder ver lo que el medio (Rebeca) establece por medio de las influencias que Dios provee para mostrar su Voluntad.

27.- ACERCÓSE PUES Y LE BESÓ; Y ÉL OLIÓ EL OLOR DE SUS VESTIDOS, Y LE BENDIJO DICIENDO: MIRA EL OLOR DE MI HIJO ES COMO EL OLOR DE UN CAMPO QUE EL SEÑOR DIOS HA BENDECIDO.-

Tomo pues la posición o nivel espiritual de su padre y manifestó su identificación o afinidad (símbolo del beso) Esto hace que la tradición deduzca o sientan los resultados que espera obtener por referencia (símbolo del olor) de las características externas de la presencia que la sustitución muestra al tomar la forma de lo deseado (Esaú) Esta es la diferencia entre lo que se desea y lo que tiene que ser. El olfato es la capacidad de deducir los resultados que se esperan de un hecho sin tener en cuenta el contacto visual del mismo. Esto es aceptar sin comprender, tomar por la referencia que se tiene del hecho, haciendo vislumbrar su procedencia o fondo esperado. Así ha ocurrido con la mayor parte de las formaciones ideológicas que perduran hasta el presente, donde la tradición ha querido señalar una ruta hacia las generaciones siguientes, pero el medio ha preparado las condiciones necesarias para que tenga lugar aquello que conviene a los planes del creador para manifestación del espíritu del hombre ajeno a ataduras degradantes. Tener el olor de las cosas, el olfato de los hechos futuros, pronosticar los acontecimientos que han de manifestarse posteriormente. Aquí vemos la primera parte de una fórmula que desembocará en las características que tendrá la formación del pueblo de Israel cuyo simbolismo es: El pueblo de los que luchan con Dios o junto a Dios. El pronóstico o la deducción esperada de éste, o sea de Jacob, es como el anuncio de un nivel de actuaciones, un grado espiritual (simbolizado por el campo o siembra ideal de una semilla evolucionante o fecunda) que el máximo sentimiento de la perfección (Dios) ha establecido como bien dicho, bien ejemplarizado, bendito. Las referencias que se tiene de él sin haberlas visto en la práctica (está ciego o falto de visión espiritual) son como las referencias de un núcleo de conductas que Dios ha establecido como bien ejemplarizadas. El campo tiene como simbolismo el alcance de una condición espiritual que se desarrolla dentro de unos límites de poder ideológico o espiritual que ha de producir resultados esperados por la semilla que en él germina y fructifica. Son las posibilidades de expansión y crecimiento que tiene asignada una influencia cualquiera.

28.- ¡DETE DIOS DEL ROCÍO DEL CIELO, Y DE LAS GROSURAS DE LA TIERRA, CON ABUNDANCIA DE TRIGO Y DE VINO.-

El rocío simboliza los conceptos que se presentan como anuncio de lo por conocer; la referencia temprana de un suceso en el inicio de una etapa que contiene elementos ideales con ligereza espiritual. El rocío del cielo determina específicamente la referencia de los grados más elevados (símbolo del cielo) que se presenta con la llegada de las nuevas etapas de conocimiento y experiencias (símbolo del amanecer) con el fin de alimentar los conceptos que crecen en este nivel. Esta es una imagen alegórica de la trascendencia de un grado a otro, donde se ha perdido la visión de las cosas verdaderas y Dios, utilizando las condiciones presentes o medio legal o social, cambia los derroteros del espíritu humano hacia donde tiene señalada Su Voluntad. La manifestación de Isaac (la tradición decadente) ansía ola manifestación de estos sucesos como benditos. Las grosuras simbolizan los beneficios y ventajas que proceden de algo con excedencia. El trigo es una forma de alimento básico que es el sostén fundamental de la dieta espiritual de ese nivel.

Este simbolismo se utiliza con mucha frecuencia como el alimento del espíritu, símbolo de los conceptos y base de la doctrina, usado para hacer las ofrendas de paz ante el altar del Señor Dios. Son los ejemplos fundamentales de las filosofías, sus características más definidas. El vino simboliza el resultado que se obtiene al escudriñar y analizar un hecho. El extracto que se obtiene de las cosas. Es el resultado final derivado de la práctica de una manera de hacer las cosas. El vino de las ceremonias simboliza precisamente eso, el extracto de las enseñanzas del pueblo de Israel, que es la viña del Señor que debe producir un vino excelente. Este vino es la esencia o el resultado final de todos los ejemplos y enseñanzas que se obtiene de exprimir la conducta del pueblo de Israel. Es la sangre del pueblo de Dios, la esencia de los escritos bíblicos que reflejan ese lagar donde se ha pisado la conciencia humana hasta producir el vino que hoy beben los fieles que siguen estos preceptos humanizantes. Es la fuente de vida, el resultado de todos los esfuerzos, confirmado la con interpretación simbólica de todos los escritos como figuras representativas de significados más profundos, En estas líneas de la bendición de Isaac hacia Jacob, está encerrado todo el proceso futuro del pueblo de Israel o de los que luchan con Dios en todos los niveles de la formación del Hijo de Dios, LO MESIÁNICO. Este versículo indica la obtención de conocimientos y ventajas que han de desprender de la imagen de Jacob, simiente de Israel.

Israel, volvemos a aclarar representa simbólicamente la altura espiritual de todo el que busca a Dios y pone en práctica los principios y toma los conceptos que brotan de la búsqueda de este ideal, sin importar raza, credo, lengua, religión, color, etc. Toda forma "honesta" de implantar la idea de Dios, símbolo de unidad de la fe para toda la humanidad, es parte del pueblo de Israel en lo espiritual, aunque en lo material no lo sea, ya que ha sido adoptado por Dios a través del Espíritu Santo que plantó en Israel. Porque no son los participantes materiales los que por nacimiento directo proceden de Israel, sino los participantes espirituales de esta doctrina los que son llamados Hijos de Dios. Por eso en este versículo se refleja la bendición del pueblo de Israel en el momento de la profecía de Isaac para su hijo Jacob, donde le desea el alcanzar el conocimiento de las cosas más elevadas (el rocío del cielo) y toda la abundancia que nace del trigo espiritual que se derrama de Su palabra, y la esencia del conocimiento de las cosas profundas del espíritu exprimido del pueblo de Israel para formar el vino de las naciones de la tierra. Símbolos, símbolos y más símbolos, Cada uno de ellos con una intención profunda y sustanciosa de las cosas de Dios.

29.- ¡SÍRVANTE PUEBLOS, Y PÓSTRENSE DELANTE DE TI NACIONES; SEAS SEÑOR DE TUS HERMANOS, E INCLÍNENSE A TI LOS HIJOS DE TU MADRE! LOS QUE TE MALDIJEREN SERÁN MALDITOS. Y BENDITOS LOS QUE TE BENDIJEREN.-

Todos los esfuerzos y aspiraciones de los grados espirituales colindantes, así como toda acción, sistema, doctrina, filosofía, etc., servirán solo para este fin. Todo cuanto ocurre es para la gloria de Dios. No hay un solo suceso que no esté supeditado a este fin de lograr el propósito de la obra de Dios. Esto, específicamente establece que todo cuanto sucede, de una forma u otra, sea bien o mal, contribuye al logro del único y positivo fin perseguido por toda la creación, el logro del ideal de perfección Mesiánico, la unidad de la fe. Todos los intentos del hombre, sean buenos o malos, solo sirven para demostrar las distintas representaciones del hombre con el fin de alcanzar el conocimiento del bien y del mal, que, simbólicamente comenzó con Eva al morder el fruto prohibido del árbol del bien y del mal. Todo el mal deberá ser ejemplarizado, así como el bien, todo partiendo de aquellas raíces para hacer la selección perfecta con plena capacidad del error y del acierto. Hasta que todas las cosas sean hechas, hasta el final de los tiempos, como dice la Biblia en un tono verdaderamente incierto. Primero deberá manifestarse todo el error. Caín matará a Abel y Dios proveerá sustituto para formar a su hijo. Esto es el simbolismo encerrado en las palabras de esta bendición de Isaac hacia Jacob cuando le dijo: Sírvante pueblos y póstrense delante de ti naciones. Tiene un valor positivo en el orden espiritual. No fue dicho en el sentido material por el que puso las palabras en la boca de Isaac. No era el anuncio de la formación de un pueblo bélico y poderoso que dominaría y esclavizaría a todos los pueblos de la tierra, sino el imperio del dominio de las voluntades y el deseo de la humanidad de implementar este principio de amor unitario que comenzó con el hágase la luz, y la luz se hizo. Todo cuanto ocurre sirve a este fin, a hacer la luz espiritual en el alma del hombre. A demostrar los efectos terribles y dolorosos de la conducta animal, indiferente al dolor ajeno, sin conciencia, inmisericorde, sin piedad ni escrúpulos, que lucha por invalidar el resultado de la conducta unitaria y armónica que se desprende de la actitud piadosa, consciente y comprensiva de las cosas de Dios. Esta es la promesa para su hijo Jacob, lograr la unidad de los hijos de Israel, los que luchan con Dios en la ciudad prometida, en la Jerusalén espiritual, la de arriba, la de los grados más elevados de la conciencia humana, a los que permanecen sentados en las alturas del conocimiento y de las regiones celestes del entendimiento como estrellas que guían las naves hacia puerto seguro. Todo puro simbolismo, pura representación abstracta, pero visible a los ojos del entendimiento en los que buscan a Dios dentro de sí mismo. En la vivificación del hálito de vida que late en el hombre y que lo separa de la bestia que vive en sus instintos no controlados. Al entrar en los simbolismos de la maldición y de la bendición, tenemos un campo extensísimo.

Todo ejemplo que intenta mostrar la inutilidad de seguir este camino, llamándolo fanatismo o cosa de locos, tendrá su certificación de maldito, mal ejemplarizado y como tal arrojará sus resultados a su debido tiempo. Esto es, cualquier actitud que no sirva positivamente a demostrar el bien, también hará su contribución, pero como resultado negativo. Sus consecuencias serán como una muestra de una manifestación que debe desecharse por sus resultados tormentosos y vanos. Así mismo, toda actividad cuyos fines contribuyan a acercarse a los resultados perseguido de alcanzar la unidad de la fe para todos los pueblos de la tierra, será confirmada y establecida como bendita.

De esa forma se manifiesta el conocimiento que dicta todas las leyes que rigen el Universo de una forma imposible de destruir, pues SU hágase, el impulso de vida que alimenta el Universo, es definitivamente perfeccionista como lo muestra la fuerza que lo integra. Así queda establecido que primeramente se conocerá lo que no debe hacerse, primero Jacob, después Israel. Se conocerá los resultados de los errores cometidos, (la venta de la primogenitura por el plato de guiso rojo) que serán los ejemplos de maldición. Después se conocerán los aciertos (Jacob lucha con el ángel y obtiene el nombre de Israel, el que lucha con Dios, vence el pecado) al practicar las actitudes benéficas del conocimiento de la gracia, sinónimo del saber. Todas las formas del mal están manifestadas en la Biblia de una forma u otra. Las que no se alcanzan a ver literalmente, se les puede comprender a través de las interpretaciones simbólicas, que amplían el campo del conocimiento a límites sin paralelo. Estas formas del mal, están sintetizadas en los diez mandamientos que muestran lo que no debe hacerse, manifestados de tal forma que más es el conocimiento que se obtiene del estudio simbólico encerrado en ellos, que lo elemental de estos principios no cumplimentados aún, ni siquiera en su forma literal. Pero para confiar en estos mandamientos, el hombre debe saber POR QUÉ debe seguirlos y ponerlos en práctica. Por eso viola las leyes y va conociendo en carne propia el precio de estas contravenciones, siendo exprimido como uva, hasta que suelte el vino deleitoso de la viña de Israel. Solo conociendo los resultados que produce el pecado y la no-implantación de estos principios, le harán rechazar esta práctica destructora. Lo pondrá en práctica a su tiempo, porque comprenderá que no le conviene fallar y sufrir la paga del pecado, que es el vino agrio de que habla el profeta cuando dice que las uvas resultaron ser silvestres.

30.- Y ACONTECIÓ QUE APENAS ACABABA ISAAC DE BENDECIR A JACOB, Y NO BIEN HUBO SALIDO JACOB DE LA PRESENCIA DE ISAAC SU PADRE, CUANDO ESAÚ SU HERMANO LLEGÓ DE SU CAZA.-

Cuando llegó a su final la comparación de la conducta Jacob mostrando sus características para alcanzar la bendición de Isaac y continuar el camino de la promesa que su padre recibiera de Abraham, saliendo de este estado de prueba con el resultado buscado, se retiró de la influencia que Isaac representaba. Ahora llevaba él sobre sí el peso de la promesa bendita. En estos pasajes se muestra como cada etapa o nivel espiritual al llegar a su plenitud se desembaraza de las influencias y reclamos de los niveles anteriores, llevando sobre sí la nueva condición de vida y la responsabilidad de preparar el camino de las nuevas generaciones. Por su parte, Esaú (las religiones del mundo) después de buscar los ejemplos que buscara captar para presentar a su padre un alimento espiritual grato, de las mismas características que le resultaran afines y agradables para ofrecerlos como prueba de su capacidad para alimentar los caminos que Isaac recorriera, tomó el nivel de su padre listo para la prueba. En contraste con la conducta de la nueva generación que logra abrirse paso hacia las alturas del espíritu con la ayuda del medio siguiendo la voluntad de Dios, vemos las conductas desviadas de los que buscan continuar la marcha de la tradición sin cambios de ninguna clase. Esta es la batalla de la evolución del espíritu, contra la intención del cuerpo por prevalecer, cada uno en su condición específica, siguiendo los dictados del Creador. La influencia de Dios se manifiesta en la intervención del medio (Rebeca) estimulando la suplantación de las condiciones prevalecientes que marcan un derrotero degradado. Al igual que en Seth, los hombres comenzaron a caminar nuevamente en los caminos de la raíz santa, sin peligro de mezcla con el camino de Caín representado por las mujeres de Canaán, y Dios le alzó, le dio nueva altura.

31.- E HIZO ÉL TAMBIÉN MANJARES SABROSOS Y LOS TRAJO A SU PADRE, Y DIJO A SU PADRE: ¡LEVÁNTESE MI PADRE, Y COMA DE LA CAZA DE SU HIJO, PARA QUE ME BENDIGA SU ALMA!

Mostró Esaú (la religiosidad mundana corrompida) sus mejores ejemplos y enseñanzas para presentarlos a la tradición decadente (Isaac, su padre) como una ofrenda o petición para que éste tomara altura y se alimentara con su vigor y caza. Para que pusiese a prueba la ejemplarización de las captaciones que él había tomado del medio en que se desenvolvía (simbolizado por el campo) queriendo lograr la bendición, la aprobación de la porción de ejemplos que él mostraba a su padre. Con esto pensaba llevar a cabo la misión de hacer posible la promesa señalada en Isaac. Tomar la aprobación del Espíritu Santo que había habitado en la tradición.

32.- PERO ISAAC SU PADRE LE DIJO: ¿QUIÉN ERES TÚ? Y ÉL CONTESTÓ: SOY TU HIJO, TU PRIMOGÉNITO, ESAÚ.-

La reacción de la tradición decadente (su padre Isaac) fue de desconocimiento de la manifestación que le hacía Esaú (las religiones del mundo) No se identificó con el reclamo que la religiosidad degradada (Esaú) le hacía por medio de su conducta y características obtenida ahora por éste. Esaú, a su vez, le interpretaba su influencia como descendiente de la misma ideología. Esto es un contrasentido material, ya que lo que debería ser sagrado, deja de serlo al tener la variante que Dios presenta por medio de Su voluntad utilizando el medio inconforme para preparar las condiciones de cambio positivo por medios al parecer negativos. La religiosidad degradada (Esaú casado con las hijas de Canaán) alegaba ser la primera evidencia de la continuidad o descendencia (símbolo de la primogenitura) el primer producto del espíritu evolucionado.

33.- ENTONCES ESTRMECIÓSE ISAAC CON GRANDE ESTREMECIMIENTO HASTA LO SUMO, Y DIJO: QUIÉN ES PUES AQUEL QUE TOMÓ CAZA Y ME LA TRAJO, Y YO HE COMIDO DE TODO ANTES DE QUE TÚ VINIESES, Y TAMBIÉN LE HE BENDECIDO ¡Y SERÁ BENDITO!.-

El resultado de aquellos acontecimientos al entrar en comparación con una nueva forma de hacer las cosas que no se esperaba, produjo una reacción sorpresiva. Requería una revisión de los sucesos pasados que produjeron enseñanzas que fueron asimiladas e incorporadas al camino de la promesa con anterioridad a estas nuevas enseñanzas que Esaú manifestaba. Éste llevaba el propósito de merecer la herencia del camino de la promesa, pero la manifestación Jacob ya había sido aceptada. La bendición, la aceptación de un hecho como bien dicho, bien hecho, bendito, ya había sido tomada. Esta es la forma en que el espíritu del hombre va tomando nuevas alturas. A pesar de las circunstancias negativas que componen el medio apropiado para que se prolongue la herencia de la tradición, Dios, colocando los elementos necesarios para manifestar su poder, cambia los acontecimientos por medio de una sustitución en el momento preciso. Aquí se produjo la confirmación Y SERÁ BENDITO. La suplantación de Jacob ocupando el lugar de Esaú era correcta, y se aceptó como tal. La desobediencia de Esaú al tomar mujeres de las hijas de Canaán, dio la misericordia a Jacob. Aunque posteriormente por la desobediencia de Jacob, al enmascarar por medio de la ley su forma para hacerse acepto al padre, Esaú recibe también misericordia por medio de Isaac, la promesa santa. Este simbolismo se hará verdaderamente comprensible en Is 63:1 ¿Quién es éste que viene de Edom con ropas teñidas, desde Bozra; éste tan magnifico en su traje, caminando en la grandeza de su poder? ¡YO, que hablo en justicia, poderoso para salvar! Con esto se da a entender que la promesa, a pesar de recaer en Jacob, no por eso deja de alcanzar a Esaú, ya que este es siervo de Dios, mostrando el precio de su desobediencia tiñendo su traje de rojo, mostrando la forma de la ley en su expresión.

34.- CUANDO ESAÚ OYÓ LAS PALABRAS DE SU PADRE, CLAMO CON CLAMOR GRANDE Y SOBREMANERA AMARGO, Y DIJO A SU PADRE: ¡BENDÍCEME A MÍ, A MÍ TAMBIÉN, PADRE MÍO!

Cuando Esaú tomó el conocimiento de las experiencias del ideal que lo había creado transmitiéndole la condición de la suplantación, manifestó un reclamo de carencia. Esto es lo que se considera la sed de justicia en el orden simbólico. Es la muestra de sus anhelos y aspiraciones, de lo que ahora tenía gran trascendencia, y que se mostraba frustrante y tribulatorio. Entonces mostró un anhelo de conocimiento o explicación aclaratoria ante la presencia de su padre. Buscó una certificación que lo declarara a él como también bendito. Él también quería ahora ejemplarizar el camino de la promesa. Esto es el simbolismo de la conducta del hombre en su manifestación material de la vida, pretendiendo ser el camino perfecto por medio de la carne. Esto es el intento de alcanzar la perfección durante la escenificación del cuerpo de pecado. En la misma forma que lo haría el espíritu que suplanta su actitud por otra de índole ideal más elevada, re-escenificándose en otro cuerpo pero con el mismo espíritu. Esta es la intención de la ley; cambiar la forma, pero el fondo persiste. Esto es la proclamación del intento sobre la obra. El cuerpo sobre el espíritu. Israel es la eternidad de la idea. Esaú, siendo Edom (rojo) es la forma cambiante de lo externo. La repetición del mismo espíritu, pero con distintos cuerpos, repitiéndose una y otra vez, produciendo los mismos resultados finales. NOTA: No estamos interpretando esto desde el punto de vista de la reencarnación, sino como una forma de poder entender la condición de las potestades espirituales que a pesar de ser espíritu singular, mueve miles de cuerpos con la fuerza de los predicados que lleva en su naturaleza.

35.- MAS ÉL RESPONDIÓ: VINO TU HERMANO CON DOLO, Y TOMÓ TU BENDICIÓN.-

La respuesta de Isaac fue firme. Una vez aceptada la nueva sustitución de elementos renovantes, la tradición cambia su actitud y muestra los nuevos elementos como parte del medio en que se desarrollan las funciones normales de la existencia. Manifestó el hecho de que (Jacob) el principio nacido al mismo tiempo que Esaú (camino de la promesa en el sentido legal o de las religiones) proveniente también de la raíz santa, mistificó el ejemplo verdadero con una falsa representación de la verdad, sustituyó la gracia e impuso el camino de la ley como lo bendito, lo bien ejemplarizado. Esto es el simbolismo del dolo con que actuó Jacob y que le da a Esaú la oportunidad de alcanzar también su bendición. Esta sustitución de Jacob es el intento de seguir el camino de Esaú por medio de la ley (simbolizado por la ayuda de Rebeca para enmascarar su verdadera identidad) intentando por este medio eliminar la influencia de la carne que Esaú introdujera en el camino de la promesa de la raíz santa al tomar mujeres de las hijas de Canaán. De esta forma Jacob, idea de suplantación o cambio, ocupó el lugar de la otra idea o concepto ya mezclado. Aquí se hace patente el hecho de que cuando se presenta una oportunidad de cambio en el espíritu del hombre, aunque éste venga por medio de acontecimientos que no están del todo claros de su procedencia o efectividad, esto es señalado como bien ejemplarizado (benditos) y queda establecido como un cambio forzado que hay que aceptar.

36.- ENTONCES ÉL DIJO: ¿NO SE LE NOMBRÓ BIEN JACOB? PUES ME HA SUPLANTADO ESTAS DOS VECES: TOMÓ MI PRIMOGENITURA, Y HE AQUÍ,, ¡AHORA ME HA QUITADO MI BENDICIÓN! Y DIJO: ¿NO HAS RESERVADO UNA BENDICIÓN PARA MÍ?

Entonces se hace una manifestación mostrando el reconocimiento de saber que dos veces, hasta ese nivel había sido suplantada la gracia. La misión del concepto suplantador había sido bien ejecutada. Impidiendo que el primer descendiente generado por Isaac (la tradición de la raíz santa) que debía ser para risa (significado del nombre de Isaac en Hebreo) trajera el llanto de desviar la raíz santa hacia la carne (tomando mujer de las hijas de Canaán) Por suplantación y engaño, evitando que la carne fuera rey de las naciones de la tierra. De esta forma, la perfección o vida del Espíritu Santo, sería por medio de las leyes del mundo. Esto no tendría sentido, ya que la ley solo muestra lo negativo de las cosas, encerrando a sus seguidores en la práctica forzada de sus mandamientos. En tanto que la gracia, obra por la comprensión y suplantación de esto por inclinaciones satisfactorias nacidas del entendimiento. Jacob suplantó a Esaú haciendo uso de la gracia, representada ahora por Rebeca, que tomó la forma de la ley misma para cambiarla. Esaú quedó frustrado e hizo reclamo de una forma adecuada en la cual el manifestarse y ser también bendito, bien ejemplarizado, bien dicho.

37.- MAS ISAAC RESPONDIÓ Y DIJO A ESAÚ: POR SEÑOR TUYO LE HE PUESTO, Y LE HE DADO POR SIERVOS A TODOS SUS HERMANOS: DE TRIGO Y DE VINO LE HE SURTIDO; Y POR TI ¿QUÉ PODRÉ HACER AHORA HIJO MÍO?

Isaac (la tradición de la raíz santa) hizo una manifestación a Esaú (la desviación de la raíz santa) revelando los hechos ya ejemplarizados. El ideal o aspiración de alcanzar la raíz santa por medio de la carne (Esaú) se mostraba ansioso de alcanzar el nivel perdido al tomar las leyes del mundo como medio de conducta de sus principios (las hijas de Canaán) Toda actitud o ejemplarización de cualquier índole esta supeditada al enaltecimiento del concepto encerrado en Jacob (la suplantación de la gracia por medio de la ley santa, Rebeca) Todas las características del hombre servirían para establecer ese ideal suplantador. Todos serían siervos de él. Multitud de conceptos y leyes elaboradas surgirían de su idea que le mantendrían bien equipado para dictar sus propósitos (Trigo y vino) Todo sentimiento del hombre inspirado por este principio será solo una razón más para alcanzar ese ideal. Si la actitud es mala, servirá como ejemplo para ser rechazado en el futuro más avanzado. Si, por el contrario, es buena, se incorporará al patrón ideal perseguido para hacerlo escalar a estados superiores más elevados. Entonces: ¿Qué tipo de análisis o certificación servirá para las desviaciones de la raíz santa (Esaú) al presentarse a comparación con la tradición de la raíz santa (Isaac, risa y gozo de la promesa) portador de la raíz santa?

38.- ENTONCES DIJO ESAÚ A SU PADRE: ¿NO TIENES MAS QUE UNA SOLA BENDICIÓN PADRE MÍO? ¡BENDÍCEME A MÍ, A MÍ TAMBIÉN, OH PADRE MÍO! Y LEVANTÓ ESAÚ LA VOZ Y LLORÓ.-

Mostró Esaú (el desvío de la promesa de la raíz santa) una forma de conducta a Isaac (la tradición de la promesa de la raíz santa) en reclamo por su condición de bendito. Manifestó la incógnita de conocer si solo existe una forma de alcanzar la certificación de bendito o bien ejemplarizado. Buscaba la forma de alcanzar el estado de bien dicho por otros medios. NOTA: Estamos viendo estos pasajes como una manifestación general del espíritu del hombre a través de los siglos de su evolución hacia la perfección y no como unos pasajes históricos de un hecho que ocurriera una vez y que no tiene más trascendencia. Este es el intento del hombre del mundo, resultado de una desviación de la promesa de la raíz santa, por alcanzar una justificación a su conducta como necesaria y edificante para alcanzar el estado verdadero de la promesa de vida de la raíz santa. Entonces su prédica tomó nuevos niveles (levantó la voz) y dio muestras de arrepentimiento y añoranzas (símbolo del llanto que expresa alegóricamente deseo de cambio)

39.- RESPONDIÓ ENTONCES ISAAC SU PADRE Y DIJO: HE AQUÍ, PROVISTA DE GROSURAS DE LA TIERRA SERÁ TU HABITACIÓN, Y DEL ROCÍO DEL CIELO DESDE ARRIBA.-

La reacción de Isaac (la tradición de la promesa de la raíz santa) ante el pedido de Esaú (el desvío de la promesa de la raíz santa) se hizo manifiesta en una forma de bendición que mostraría los resultado futuros que obtendría el hombre en la forma profética. Las características del hombre del mundo tendría la experiencia, conocimientos y ventajas materiales del mundo, simbolizado por la altura espiritual tierra. Esta forma de conducta sería la que tendría todas las ventajas y disfrutes del individualismo nacido de la carne. Satisfaría sus necesidades materiales las cuales obrarían como primera necesidad. Su lema podría estar reflejado en el refrán mundano que dice: "A gozar que la vida es corta y esto es lo que nos vamos a llevar" Esto también serviría como experiencia edificante a los buscan alcanzar los grados superiores, dada la vanidad y frustración d estos bienes efímeros y temporales de corta duración. El hombre del mundo sería el triunfador de las empresas materiales y señor de los grandes imperios y fortunas materiales sin límite.

40.- Y POR TU ESPADA VIVIRÁS, Y A TU HERMANO SERVIRÁS; MÁS SERÁ QUE, CONFORME TE VAYAS LIBERTANDO, SACUDIRÁS SU YUGO DE SOBRE TU CERVIZ.-

La espada es la facilidad de palabra para hacer comprensible o aceptable una idea. Es el símbolo de la capacidad de expresión de una forma filosófica y la actitud convincente para imponer los resultados que se predican. Tenemos la espada de la carne, que es la espada revoloteadora que impide la entrada al paraíso. Derribada todo intento de entrada con sus tajos de incredulidad y razonamientos nacidos del egoísmo de Caín. Esta espada predica los frutos de la tierra como la ofrenda suprema a Dios, alabando la forma y menospreciando el fondo. Ensalzando la obra y menospreciando a su hacedor al ignorarlo. Y tenemos la espada del espíritu que es la palabra de Dios, manifestada a los hombres por medio de los seguidores de la raíz santa en su ruta hacia la promesa divina. Los que sirvieron fielmente los caminos de la fe que anuncia el reino de los cielos en alturas espirituales o grados superiores que inhibe los dardos y los tajos de la carne. Aquí vemos que Esaú vivirá, tendrá vigencia en los hombres, mientras su espada, su convicción filosófica y razonamientos del mundo tengan carne donde cortar. Mas su actitud, lejos de darle crecimiento, será para servicio de la conducta Jacob, la idea que lo suplantó en el camino de la promesa al abandonar Esaú la raíz santa y tomar mujeres de las hijas de Canaán. Esaú desoyó los dictados del espíritu, y fue tras las promesas de la carne.

Solo en la medida en que vaya eliminando las inclinaciones mundanas por encontrarlas inútiles, vacías y tribulatorias, se producirá la liberación del encierro, los reclamos y cuidados de la seguridad de estos bienes pasajeros y veleidosos que una veces vienen y otras se van sin poderlo impedir, y que son como un yugo igual que el que usan para llevar los bueyes por donde se les obliga a seguir los que le gobiernan. Yugo tormentoso de la carne que da satisfacción a la carne de forma esclavizante y que no produce ninguna consolación a los tormentos del espíritu insatisfecho. La cerviz simboliza la conciencia del hombre. Son los dictados que el hombre recibe de sus razonamientos que le obliga n a ejecutar sus órdenes. Esta conciencia obra como un yugo, una fuerza que lo obliga a meditar y actuar acorde con sus dictados. La idea de la perfección en todas las cosas, y la eternidad, son las semillas que de la raíz santa y exigen del hombre la búsqueda de la razón de la vida y su forma de expresión más elevada. Son como dardos clavados como un aguijón en la cerviz, o sea en la conciencia del hombre. Es su conciencia la que se debate en el hombre; entre el animal que quiere eliminarla, convertirla en bestial para eliminar sus reclamos, o el ente espiritual que alimenta esta conciencia tratando de liberar al hombre de sus pasiones y deseos animales, en su condición más baja. Para elevarlo a su condición humana, aceptable en lo paradisíaco..

41.- Y ESAÚ ABORRECIÓ A JACOB POR MOTIVO DE LA BENDICIÓN CON QUE LE HABÍA BENDECIDO SU PADRE; Y DECÍA ISAAC EN SU CORAZÓN: SE ACERCAN YA LOS DÍAS DEL DUELO DE MI PADRE; ENTONCES MATARÉ A JACOB MI HERMANO.-

Se estableció un sentimiento de supresión de aquello que resultaba frustrante y que ponía en evidencia lo que señalaba sus errores. La bendición de Jacob por su padre Isaac, señalaba que lo correcto era Jacob. Él era lo bendito, lo bien ejemplarizado por esto lo odiaba. Esto, automáticamente, señalaba que al conducta Esaú no era la correcta Aquello provocaba en él un sentimiento de eliminación de la causa de sus frustraciones. De esta forma, esperando que la conducta vigente como perfecta hasta ese punto del espíritu, la conducta de su padre Isaac, dejara de tener vigencia dando paso al próximo grado a manifestarse como vigente, se gestó en él el mismo sentimiento que llevó a Caín a matar a su hermano Abel. Este es el simbolismo de lo que ocurre constantemente en el hombre. El motivo de las guerras y los combates filosóficos que ocasiona tantas divisiones y odio en el género humano. Es el intento de eliminación de los pertenecientes a uno de los bandos de los muchos que tiene la carne, intentando eliminar los ejemplos de los seguidores del camino de la promesa, tratando de ridiculizarlos, juzgándolos de locos, fanáticos infelices y todo sobrenombre que lo muestre como sin valor y desechable para el hombre que él llama "práctico", como para valorizarse a sí mismo. Este sentimiento crece en la medida en que la frustración por alcanzar los propios logros, crece y crece interiormente, hasta llegar al aborrecimiento. Este es el móvil del sentimiento de eliminación de una causa en pugna contra otra. Es la lucha de las clases. La confrontación de las causas antagónicas. Mientras no haya confrontación de manera que una causa demuestre el error de la otra, no hay aborrecimiento. Ambas conviven. Pero tan pronto una, limite los beneficios o supuestas bondades que la otra produce, se manifiesta la frustración por lo que no se ha alcanzado y se produce el aborrecimiento, que es la base o causa del sentimiento o deseo de eliminación o supresión de la otra que muestra su superioridad.

NOTA FILOSÓFICA:

El mal odia a sus enemigos, porque hace manifiesto su error y amenaza con destruirle eventualmente.
El bien ama a sus enemigos, porque a través de ellos se demuestra sus aciertos y esto los ayuda a edificarse para crecer y mejorar la bondad que suplanta los errores.

42.- Y FUERON CONTADAS A REBECA LAS PALABRAS DE ESAÚ, SU HIJO MAYOR; POR LO CUAL ENVIÓ Y LLAMÓ A JACOB, SU HIJO MENOR, Y LE DIJO: HE AQUÍ QUE TU HERMANO ESAÚ VA A VENGARSE DE TI MATÁNDOTE.-

Rebeca tomó conocimiento de la conducta de Esaú. El medio de la raíz santa recibe las indicaciones de las desviaciones que se proyectan. Las experiencias y conocimientos, así como las circunstancias que rodeaban a Esaú ponían de manifiesto su propósito de eliminar a Jacob su hermano. Esta condición se repite constantemente en la Biblia, desde el primer intento de Caín por eliminar a Abel, con cada nuevo nivel de la conciencia carnal, nuevas intenciones de eliminación del tormento espiritual se manifiestan. Rebeca transmitió este conocimiento de los planes de Esaú creándose simbólicamente la intervención de Dios por medio de la gracia, que en este momento es representada por Rebeca, luchando contra el hombre para manifestar al que lucha con Dios (Israel) Rebeca, pues, fue el instrumento de salvación que impediría que la raíz santa se perdiera después de recuperarla por medio de la suplantación de Jacob, recibiendo la bendición de su padre Isaac, e impidiendo la entrada de las hijas de Canaán en los caminos de la promesa de la raíz santa, Rebeca fue el don de la gracia de Dios anunciando los planes futuros de la carne. La mujer representa la acción de las cosas puestas en práctica para procrear los estados de conciencia futuros. De ahí que unas veces se le presente como ley, y otras como gracia, dependiendo del fin que se persigue. Rebeca unas veces es ley, y otras veces es la gracia cuando está siendo motivada pro el Espíritu Santo de Dios, dependiendo a quien sirve.

43.- AHORA PUES, HIJO MÍO, OYE MI VOZ Y LEVÁNTATE Y HUYE A CASA DE LABÁN, MI HERMANO, A CARÁN.-

De esta forma se hizo un reclamo de parte de la gracia predicando la necesidad de tomar altura para librarse del alcance de Esaú. Cuando no hay posibilidades de dominar el mal, lo mejor es rehuirlo. Rebeca sabía de la fortaleza de Esaú, que viviría por su espada, de acuerdo con la profecía de Isaac en su bendición hacia éste. Entonces comunicó a Jacob su deseo de que éste se colocara en el nivel medio sustentado por Labán, su hermano, descendiente a su vez de la raíz santa por medio de Nacor, hermano de Abraham. Este simbolismo ya se había presentado con Ismael, hijo de Agar la egipcia, que Dios sustituyera en aquella ocasión con Isaac, eliminando la corriente de los hijos de Cam padre de Canaán en el camino de la promesa que en aquel entonces sustentaba Ismael, com hijo de Abraham con la esclava. Cualquier forma doctrinal que tenga la intención de trascender con tendencias individualistas, que son las características de la carne, pertenece a Canaán. Una y otra vez se presenta la lucha contra la intervención de las hijas de Canaán, que son las tendencias carnales en busca de la satisfacción personal, en los caminos de la promesa, como una reafirmación constante de que lo que se persigue es la muerte del cuerpo de pecado, representado por la carne, en la figura de las hijas de Canaán, símbolo de las leyes del mundo con sus pasiones. La descendencia de las hijas de Canaán llega hasta el fin del primer pacto, donde la ley tiene como objeto su propia eliminación por medio de la exposición del pecado como tal. Después, las repeticiones constantes se hace en la búsqueda de lo MESIÁNICO. Primero es el conocimiento de lo que NO debe hacerse, la manifestación del pecado en su plenitud. Después seguirá el conocimiento de los planes de Dios para el hombre como parte de su ESPÍRITU SANTO en lo que SÍ debe efectuar éste para obtener su condición de eterno, tener vigencia en todas las formas a representarse después de la transformación del cuerpo incitante en Espíritu sintiente.

44.- Y ESTATE CON ÉL ALGUNOS DÍAS, HASTA UE SE CALME LA CÓLERA DE TU HERMANO.-

De esta forma pasarían varias etapas hasta que los intentos destructivos de Esaú tratando de eliminarle para borrar la causa de sus frustraciones fuera menguando. Esto simboliza la continencia del hombre guiado por la ley rehuyendo al pecado. Son los años en que el ser humano ha de permanecer lejos de la tierra prometida, refugiado en la ley del pecado. Son los tiempos pre-mesiánicos. ¿Por qué pre-mesiánicos? Primero: Porque el hombre deberá conocer la parte negativa del hombre, huyendo lejos del pecado. Segundo: Ser gobernado por la ley infringiéndole el temor al castigo. Esta profecía la vemos obrando hasta el día de hoy, en que se está efectuando la depuración de los falsos valores en el hombre, después de éste comenzar a buscar los caminos de Israel. REPETIMOS: Debemos ver los personajes bíblicos como estados del hombre y no como figuras históricas de admiración.

45.- HASTA QUE LA IRA DE TU HERMANO SE APARTE DE TI, Y ÉL SE OLVIDE DE LO QUE LE HAS HECHO; YO ENVIARÉ ENTONCES, Y TE TRAERÉ DE ALLÁ. ¿POR QUÉ HE DE QUEDAR SIN HIJOS, PRIVÁNDOSEME DE AMBOS DE VOSOTROS EN UN MISMO DÍA?

La ira es el resultado de una frustración. Es el deseo de buscar compensación a una falta por la fuerza. Simbólicamente las cualidades de Jacob ponían de manifiesto las carencias de Esaú. Es el sentimiento de insatisfacción de la carne al comprobar la falta de principios ideales que la sostengan para alcanzar el camino de la promesa que ahora representaba Jacob. Esto era lo que le hacía percatarse de lo que él había perdido. La gracia, representada por Rebeca, preparaba las condiciones para que Jacob mantuviese la promesa divina. Ya había perdido a Esaú al tomar éste el camino de la carne, simbolizado por las hijas de Canaán. Su misión era la de conservar a Jacob para que éste fuera la representación simbólica del Hijo de Dios que se estaba gestando en él. Jacob debía escenificar su parte del Espíritu Santo, su porción mesiánica como semilla de multitudes, siendo la esperanza de Rebeca el poder cumplir su cometido. Mientras se mantenga el estado de pugna entre las dos tendencias del hombre, esto es, la lucha entre la carne y el espíritu, el máximo ideal de perfección de todas las cosas, Dios, mantiene vigente el principio del Espíritu alimentándolo con las porciones mesiánicas que iluminan el camino de fe en fe. Este es el simbolismo de Rebeca protegiendo a Jacob de la ira de Esaú. No puede el hombre por sí solo evolucionar espontáneamente hacia mejores condiciones espirituales, ya que lo creado necesita de un Creador. La pugna de la carne tiene prioridad en sus reclamos naturales al desear la plenitud de sus anhelos materiales. Es por esto, que la idea de una condición espiritual más avanzada está en contra sentido con la preservación de la carne que debe mermar para dar paso a la otra condición a manifestarse. Esta condición espiritual más avanzada está ahora representada por Rebeca, ya que ella es la portadora de las condiciones para gestar el pueblo de Dios, simbolizado por Israel, ahora retenido por Jacob. Decimos retenido, porque la carne que obra en Jacob lucha contra el espíritu que ha de ser liberado al luchar con el hombre y vencer.

46.- DIJO PUES REBECA A ISAAC: FASTIDIADA DE LA VIDA ESTOY CON MOTIVO DE LAS HIJAS DE HET; SI JACOB TOMA MUJER DE LAS HIJAS DE HET, TALES COMO ESTAS, DE LAS HIJAS DE ESTA TIERRA, ¿DE QUÉ ME SERVIRÁ LA VIDA?

Esto simboliza la comunicación entre la gracia y el camino de la promesa encargados de producir el Hijo de Dios en esencia. La constante confrontación de las leyes del mundo, los reclamos de la carne, simbolizado por las hijas de Het, pugna contra las aspiraciones ideales que Rebeca representa en estos momentos. Esto crea un sentimiento de frustración dando paso a un deseo de cambio apremiante (símbolo del fastidio) Si la esperanza de alcanzar el camino de la promesa se mezcla con los deseos de la carne, con sus aspiraciones degradantes. ¿Qué sentido o razón tiene el alcanzar un estado de la gracia donde la carne no tenga participación alguna, donde lo que se busca, por el contrario, es la liberación de sus reclamos como elemento de paz, para luego entregarlo, precisamente, a los deseos del cuerpo y su gestación en la carne como tal? Esto debemos analizarlo simbólicamente en los pasajes de Gen 17:4-5. En cuanto a mí, he aquí mi pacto es contigo, y serás padre de una multitud de naciones. Y no serás llamado mas Abram, sino que Abraham será tu nombre, porque te he constituido padre de una multitud de naciones. Esto demuestra definitivamente que el engendro de estas naciones, no es de índole material, sino de carácter espiritual, donde se hace dejación de los reclamos carnales para entregarse a una fe puramente espiritual. Donde se hace dejación de toda ansiedad y se persigue solo una cosa: Ser acepto a tan grande promesa de eternidad, ya que Abram engendró a Ismael por medio de la esclava y de este nada surgió para el espíritu del hombre. En cambio, Abraham, como padre espiritual del pueblo de Israel, engendró la conciencia que encamina al hombre por los senderos del Espíritu Santo hacia su gloria excelsa como MESÍAS de su especie. La carne sólo entiende y acepta las cosas de la carne como comprensibles. Tomo solo lo momentáneo como entendible y positivo y desecha cualquier promesa futura por no ser comprobable a sus sentidos. No puede comprender las cosas del espíritu, y mucho menos cuando esto implica el sacrificio de los resultados que se espera obtener por medio de la carne. Rebeca, siendo ahora la gracia, manifiesta su comprensión de que no hay razón para el aislamiento de las cosas de la carne si estas eventualmente han de desaparecer y desintegrarse en su retorno al polvo. Si se busca un estado de paz ajeno al proveniente de la carne, como se ha de poner la mira en los logros de la misma.

La gracia hace patente un estado de promesa, donde el espíritu trasciende a la carne manifestándose a perpetuidad en las generaciones venideras/ Por esto, aquí, las hijas de Het, prometen solo un estado transitorio, ya que el influjo de la carne es para las cosas momentáneas y transitorias. En Abraham, se promete continuidad en los hijos que su espíritu engendrará en los siglos por venir, donde otros cuerpos serán movidos por su espíritu trascendente al cuerpo de Abram, naturaleza del polvo. Esto fue anunciado mucho antes de la promulgación de los mandamientos que obran contra el pecado de la carne. Esto hace claramente visible que la gracia proviene de los estados superiores del alma en su naturaleza espiritual, donde colocamos idealmente al Espíritu Santo como muestra de lo perfecto. Esto aclara que si la verdad se hiciera manifiesta desde abajo, sin errores, entonces no provendría de Dios esta influencia maravillosa que anula los principios de la carne para darle paso al espíritu. Esto haría pensar que el hombre, eventualmente, hallaría la permanencia eterna en forma de carne y sin ayuda del espíritu, que es, a claras vistas, lo trascendente. Por otra parte, si la ley contraviene los deseos de la carne y sus satisfacciones, por qué acatarla en busca de un estado donde la misma no tendría razón de ser, ya que solo contaría la libertad de la carne sin ley que la inhiba en ninguna de sus manifestaciones. Si lo que se busca es la vida del cuerpo, ¿De qué sirve la vida en el espíritu, y qué vida tendrían los que nos precedieron y dejaron de ser en el cuerpo? Por esto Rebeca (la gracia de las cosas futuras) muestra su inconformidad con las hijas de Het (el goce de la carne en el presente) ya que estas pugnan contra la fe del espíritu. Aquí manifiesta su inconformidad con la razón de vivir, si de una forma u otra su descendencia quedase finalmente envuelta en la misma desventura que hizo perder a Esaú (la promesa de vida degradada) su primogenitura o derecho a trascender, y lo condenó al anonimato de su espíritu.
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