Rincón de Dios
Rincones
Rincón Evangélico
Rincón Católico
Rincón Judío
Rincón Budista
Rincón Islámico
Rincón Genérico
Filosofías
Convencionales
Orientales
Contemporáneos
Meditaciones
Meditación Diaria
Consejería
Oraciones
Ayuda Espiritual
Misterios
Grupos
Textos de Ayuda
Publicaciones
Ensayos
Citas Bíblicas
Citas Filosóficas
¿Qué es el Rincón
Lea aquí la Biblia
Editoriales
Meditaciones
Huellas
Motivaciones
Para ser Santo
De la fe y sus raíces
Mensaje a los judíos
Del alma suprema
Simbolismos
"Esta es una interpretación simbólica del libro del       "Génesis" 
Con ello no pretendemos crear discusiones. Solo buscamos mostrar el mensaje encerrado detrás de la letra en las escrituras, vista desde un punto de vista espiritual y simbólico...

Ver más......


Inicio Traductor Chats Filosóficos Buscador Colaboradores Foros Filantropía

LA DIFERENCIA ENTRE REENCARNAR Y RENACER.

Estos dos términos parecen ser lo mismo pero no lo es.

El proceso del Karma señala que todo lo bueno o malo que hemos hecho en una vida, nos traerá consecuencias buenas o malas para ésta o próximas existencias. El hombre tiene que, alcanzar unos grados de depuración o mejoramiento espiritual para poder lograr alcanzar el nivel de pureza necesario en que ya no va a tener que volver a reencarnar nuevamente.

Por este medio parece manifestarse que esto se logra sólo por medio del esfuerzo personal, sin tener necesidad de la ayuda externa de fuerzas superiores a él que lo estimulen en ese sentido.

Si analizamos las escrituras bíblicas, en múltiples pasajes Dios señala que para que el hombre pueda alcanzar los grados necesarios para ser considerado como una criatura de Dios tiene que ser "movido" por el "Espíritu Santo de Dios", para que sea perfecto como perfecto es Dios (Deut. 18:15) (Gen. 17:1) Deberá nacer a una nueva vida "en el mismo cuerpo" pero con un nuevo espíritu. OJO: No con un cuerpo diferente, sino con una "resurrección" del mismo espíritu renovado. Así, no se realiza un cambio de cuerpo, sino un cambio de espíritu, donde se establece la verdadera evolución.

Esto quiere decir que si el hombre no hubiera recibido los elementos: vamos a llamarles evolutivos o perfeccionantes, santificantes, o como quiera llamársele, encerrados en las escrituras bíblicas, el hombre estaría todavía en el nivel más bajo de su naturaleza, porque no habría podido avanzar; ya que las experiencias, que generalmente son el producto de las tribulaciones y sufrimientos, le volverían más amargado, más taciturno y feroz, y no podría encontrar el camino certero, hundiéndose, cada vez más, en sus temores y frustraciones.

Ejemplo claro de esto lo podemos apreciar en las apartadas regiones del mundo a donde aún no ha llegado la palabra de Dios, donde podemos constatar que actualmente el hombre vive todavía en el mismo estado salvaje y primitivo de la antigüedad, motivado sólo por sus temores, "comiéndose los unos a los otros" literalmente.

Sin embargo, Dios proporcionó, "por medio de los hombres que estaban seleccionados para eso", una nueva visión espiritual que hizo que la condición humana cambiara totalmente. Esto es, la entrega de un nuevo espíritu más avanzado que cambia la naturaleza del cuerpo ya existente.

En vez de estar el hombre motivado por sus instintos, por sus deseos, por su intención personalista, egoísta, éste empieza a estar motivado por esos principios o conceptos "fraternales", haciendo que cambie su formación a impulsos de esos preceptos de grandeza espiritual que logran prender y luego enraizar en su imaginación; dictándole una esperanza de vida diferente. Esto comprueba que la materia no elabora la condición del espíritu, sino por el contrario, el espíritu procesa y evoluciona la materia

Este nuevo sentimiento, señalado como "producto del Espíritu Santo", hace que el hombre, "sin necesidad de que el cuerpo muera", nazca a una nueva vida. Quien no ha pasado por ese proceso, tal vez no pueda entender esto.

Es un renacimiento espiritual. Es un proceso completamente diferente al hecho de que el hombre muera físicamente, que pierda su cuerpo material, para entonces volver a nacer o reencarnar en otra existencia, con otro cuerpo físico, donde, dicho sea de paso, si no tuviera los elementos positivos que Dios le suministra al hombre para que éste pueda comprender sus errores, y mostrarle la naturaleza errada de su conducta, en fin todas las faltas que le han hecho obrar como un ser malvado, éste no podría salir de ese estado.

Con esta nueva visión de las cosas, aquel que antes fuera un ente motivado por sentimientos egoístas, preocupado solamente por su propio bienestar, comienza poco a poco a reformarse, inclinándose hacia una nueva manera de ser.

Una nueva persona surge de la anterior. Aquella naturaleza que movía sus acciones en un sentido degradante y deprimente, comienza a moverse hacia nuevos sentimientos afectivos y de cordialidad. Aunque de principio sea motivado primero intelectualmente, luego, poco a poco, esto se irá convirtiendo en una nueva expresión de su sentir.

Nacerá una nueva criatura. Se desarrollará un nuevo hombre, que sustituirá al anterior, siendo una resurrección o una "renovación" de su naturaleza original, y no una reencarnación de su condición semejante a la del animal.

Con este cambio no habrá necesidad de que muera ese cuerpo físicamente, para que uno nuevo sea manifestado, en un grado más avanzado, que los hindúes quieren llamar Karma, que en realidad sería aún más atrasado, pues sería una nueva experiencia de la naturaleza material, instintiva, aunque más refinada y por ende más cruenta y egoísta.

Con el estímulo espiritual de los ejemplos nacidos de los instrumentos seleccionados por Dios para manifestar la condición humana, se manifiesta una nueva criatura con una intención estimulada hacia nuevos grados de comprensión y afecto hacia el amor universal que debe primar en todo lo creado,

Esto está claramente visible en la verdadera naturaleza del amor que reclama la armonía universal manifestada en el equilibrio perfecto de todas las partes suspendidas en las leyes del Universo que las mantienen equilibradas en un "Todo" absoluto e infinito.

No es posible que un alumno pueda aprender sin maestro. Una muestra fehaciente de la necesidad de maestros para que el hombre aprenda es el analfabetismo, aún presente en muchos países, Y ¿Qué enseñan los maestros? Lo que han recibido a su vez de otros maestros. En definitiva, el maestro Supremo es Dios y sus "catedráticos" son los guías espirituales escogidos para ese magisterio. ¿Para qué fueron entonces creados los grandes maestros y los avatares si el hombre puede por sus propios méritos alcanzar el grado supremo que se le reclama a su naturaleza? Estos hombres "selectos" son los encargados de sembrar "un nuevo espíritu" en el hombre, como en los huesos secos que Ezequiel señala en la Biblia, donde no se habla de un nuevo cuerpo, sino de un nuevo espíritu.

3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿Vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. 4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. 5 Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6 Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová... Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel (Ezq. 37:1-11)
Nota queremos destacar que los links relacionados que ofrecemos aquí, lo son sólo con el propósito de crear un directorio para los que buscan estas corrientes interpretativas y de ninguna manera implican el respaldo de este sitio con sus puntos de vista y poliza interpretativa o la veracidad de sus informaciones. Nosotros no tenemos control acerca del contenido de estos sitios que aquí presentamos. Los links son regularmente revisados y actualizados y esto no es bajo ninguna circunstancia determinante. Gracias.