|
|
|
|
La semana santa
Es la época del año en que los seguidores de la doctrina cristiana celebran el acontecimiento más importante de la humanidad. El momento en que el hombre recibe de parte de Dios la promesa de alcanzar la vida eterna y ser coheredero de Cristo por medio de la muerte del cuerpo de pecado y su exaltación a la resurrección de su espíritu por medio de la cruz personal ante el mundo.
Este es el proceso del sacrificio ejemplar de Jesucristo entregándose a la muerte para redención de la humanidad que había sido preparado desde el principio de la creación y que ahora debía llevarse a cabo.
Después de su llegada a Getsemaní, el escenario comenzó a ser preparado para representar la agonía, así como la grandeza de su vida ejemplar.
Pidió a los que le seguían que no permitieran que la tentación les alcanzara, dejando de esta manera un claro mensaje a las generaciones venideras, de manera que ante la grandeza de la fe, no se debe permitir que haya una duda que pueda impedir se realice la voluntad de Dios en la forma en que Él lo tiene establecido.
Dirigiéndose a lo más alto de su Espíritu, pidió que pasara aquella copa que sabía le estaba destinada, pero de igual manera, no deseó que se cumpliera su voluntad, sino la del padre para que el acto, que debía hacer posible la manifestación de su ejemplo a las generaciones venideras, fuese cumplimentado a cabalidad.
Todos los pasos desde su aprisionamiento hasta la crucifixión son bien conocidos en el orden literal por medio de las escrituras. Pero el mensaje encerrado en esta trama épica, aguarda ser sembrado en el corazón de los que le siguen.
El ejemplo de los discípulos, que le abandonaron en el preciso momento en que era más necesaria su presencia, muestra claramente la actitud del hombre ante los períodos de prueba, donde les dice que deben estar atentos a no permitir que el sueño del mundo les cierre los ojos para que no pueda volver a consumarse, una vez más, la muerte del autor de la salvación señalado como el rey de los judíos.
En el ejemplo de los que gritaban: ¡Crucifícale, crucifícale! Pidiéndole a Pilatos que le soltasen a Barrabás, vemos a los que, ciegos a la grandeza de su noble espíritu, atentan contra la presencia del Amor de Dios para el hombre.
En la semana santa se presenta la liturgia que evoca todo el proceso de este drama.
Todas las congregaciones tienen un ritual diferente y se efectúan múltiples actos, unos festivos, otros dolidos, señalando los pasos de los distintos días en que hay que celebrar dichas acciones de fe cristiana.
Pero sobre todo ello, lo más importante NO es la manifestación externa de dichas liturgias religiosas, sino el establecimiento de un lugar profundo en el corazón para acoger ese ejemplo de amor y de misericordia que mantenga vivo el Espíritu Santo de Dios en nuestra condición humana que puede convertirnos en hijos de Dios.
Que la muerte que celebra la humanidad cada año en ese día específico, deje de manifestarse como tal en el mundo, haciendo que haya una resurrección verdadera en cada ser humano, naciendo a una nueva vida que no recibe más muerte, ya que la muerte es sólo el resultado del pecado que impide que nuestro cuerpo se levante y viva al calor de la sombra del Supremo vistiéndonos de Cristo.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo, 12porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, habiendo acabado todo, estar firmes.
14Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, vestidos con la coraza de justicia 15y calzados los pies con el celo por anunciar el evangelio de la paz. 16Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. (Efesios 6:11-17)
Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II Cuaresma 2004 (Santa Sede).
Estos enlaces pueden mostrarle algunas celebraciones y formas doctrinales de observar estos días de recordación en diversas partes del mundo.
Semana santa en Cadiz
Semana Santa en México
Semana santa en Guatemala
Semana santa de Orihuela
Semana santa en Palencia
Semana santa en Sevilla
|
|
|
|